>> GÉNESIS <<
Aisha Ballesteros, socia del taller de arquitectura y directora de proyectos en JSa, menciona con entusiasmo el Museo Juan Soriano, en Cuernavaca, y el Hotel Carlota, en la Ciudad de México, como los trabajos más recientes en los que ha participado. Desde 2007 Aisha pertenece a este despacho, uno de los más activos del país y en el que sus principios como arquitecta se han afianzado y potencializado.
Al recordar sus estudios de arquitectura, fuera y dentro de la universidad, “lo que sobrevive en mi memoria es el conjunto: mis compañeros de clase, hoy grandes amigos, los maestros que siempre nos impulsaban a no olvidar quiénes éramos y nuestras responsabilidades profesionales. Ellos forjaron en mí y en mi generación una gran competitividad y perseverancia para lograr nuestros objetivos”.
Fuera de la universidad ha tenido dos grandes maestros: “Primero, Derek Dellekamp, por quien soy lo que soy y con quien me formé cuando empecé a ejercer mi práctica, y hoy, Javier Sánchez, quien día a día me enseña el sinfín de oportunidades que la ciudad y la arquitectura ofrecen”.
Además de la arquitectura, Aisha Ballesteros ha mantenido un vínculo importante con artistas plásticos. El arte ha marcado la estética, proporción y composición de sus diseños.
La arquitecta siente mucha admiración por “las mujeres que profesionalmente destacan, que salen del estereotipo de nuestro género. Los tiempos han cambiado y las mujeres podemos alcanzar cualquier objetivo profesional. Admiro a Kasuyo Sejima, arquitecta japonesa. La sencillez y la sutileza implícitas en su potente trabajo me impactan siempre.
La vida y el trabajo no están separados en el día a día de Ballesteros. “Mi trabajo me encanta y lo disfruto. Siempre está intercalado con mis otras actividades; digamos que no hay horarios preestablecidos, no tengo una dinámica fija y eso me divierte”.
Firma: JSa
Entrevista: Víctor Ortiz Partida
Fotos: cortesía de JSa
Retrato: Nuria Largarde