La ciudad de Yangzhou nació y se desarrolló cerca del agua. Los diseñadores de XL MUSE se inspiraron en una de las obras maestras de la literatura clásica china, que evoca imágenes de puentes sobre ríos.
El concepto del puente como enlace entre los hombres y el conocimiento se ha traducido a una serie de arcos de medio punto que al extenderse se convierten en piso, libreros y plafones. Líneas continuas delimitan áreas para disfrutar y compartir libros.
La simetría de los elementos de diseño, combinada con pisos y cielos reflejantes, crea espacios casi oníricos cuya sensación de infinito impacta a los visitantes. Se busca lograr un ambiente de misterio a través de una tenue luz dorada que contrasta con la exhibición de los productos a la venta.
El pabellón de los niños es una versión en caricatura del perfil urbano de la ciudad, donde los edificios se convierten en un versátil y atractivo mobiliario. Acentúa el colorido espacio un plafón que asemeja el cielo estrellado.
Lee el artículo completo en la edición 43 de México Design.
Texto: Anabel Híjar y Juan Diego Diez de Sollano