Eran los elegantes años cincuenta cuando nacieron en El Congo los excéntricos SAPE (Société des Ambianceurs et des Personnes Élégantes), impresionantes y todavía actuales amantes de la moda que han llevado el estilo al extremo, entre colores intensos, accesorios surrealistas y perfectos cortes y costuras. De Kinshasa a la Ciudad de México la cultura sapeur es representada en el nuevo Hotel Casa Awolly, pues fue este estilo el elegido por el reconocido interiorista belga Kirk-Jan Kinet para inundar la restaurada casona de la colonia Roma.
En Casa Awolly no se hospeda gente, se hospedan aventureros, comensales, bebedores, cinéfilos y fiestas. Cerca de la glorieta de la Cibeles esta típica casa, ahora convertida en un exquisito dandy africano, resguarda un restaurante, un rooftop bar y tres habitaciones que se alquilan para fiestas privadas: Malawi, Calypso y Gili.
El restaurante dedicado a la cocina urbana y comandado por el chef Irak Roaro, mezcla sabores y colores callejeros con suntuosos ingredientes y especias, del callo de hacha al tuétano. Arriba, en el bar de la azotea, El Tigre, un dj que comanda el sonido una vez al semana y el famoso mixólogo Ramón Tovar mezcla alcoholes para formar un brebaje digno de cualquier flâneur. Durante el fin de semana, el chef, el mixólogo y el dj proyectan un clásico del cine en una de sus salas, agregando un menú y un coctel especial que envidiaría el mismísimo Lord Byron.
Hotel Casa Awolly es, en palabras de sus propietarios, “una reinterpretación de una casona de la colonia Roma. Un espacio arquitectónico de tres plantas ubicado sobre la calle de Sinaloa cincuenta y siete”, en el corazón de una de las zonas más elegantes de la Ciudad de México, tan de lujo como la inspiración de este hotel de experiencias, el majestuoso SAPE africano.
Texto: Dolores Garnica
Fotos: cortesía del Hotel Casa Awolly