El segundo edificio más alto del país fue condecorado con el Premio International Highrise Award 2018 en Frankfurt, Alemania. Entre los 36 nominados —que incluyen a firmas como Foster & Partners, Renzo Piano Building Workshop y Zaha Hadid Architects— la Torre Reforma, erigida por el arquitecto Benjamín Romano de la firma LBR&A, fue seleccionada como el rascacielos más innovador del mundo, convirtiendo a Romano en el primer arquitecto mexicano en recibir este reconocimiento.
La Torre Reforma, proyecto de oficinas de 246 metros de altura ubicado en Reforma, en la Ciudad de México, es el único edificio en el país que posee el distintivo LEED Platino por su diseño inteligente que le permite ahorrar 25% más energía que otros edificios a su alrededor y porque para su construcción el 85% de los materiales fueron de origen mexicano, lo que impidió que se formara una huella de carbono por la transportación.
Benjamín Romano comenta en una entrevista para el premio que la aportación más importante que otorga la Torre Reforma es que con ella se demostró que no hace falta tirar una casa para construir un rascacielos. Y es que el diseño estructural de la Torre Reforma deja que una casona neogótica de 1929 conviva con el vestíbulo del edificio. A la par, el edificio cumple con las exigencias de seguridad en una ciudad con actividad sísmica y con la normatividad vigente.
Otro elemento relevante que Benjamín Romano saca a relucir sobre la Torre Reforma es que está libre de columnas en su totalidad, lo que le brinda “una flexibilidad espacial increíble”. Para el arquitecto el rascacielos se asemeja a una columna vertebral humana, porque al igual que en la columna pasan todos los nervios, en el tubo central con dos paredes de concreto y un triángulo hueco en la parte trasera, circula toda la energía que mantiene al edificio.
Es así que la Torre Reforma, concebida como un libro abierto, retoma las tradiciones prehispánicas de construcción para reinterpretarlas de una forma moderna, razón por la que sobresale entre los edificios que la circundan.
Texto: Yaheli Hernández
Fotos: cortesía de Circe González Garzón, Zimat Consultores