Cuando era niña, al viajar por carretera y ver una casita perdida en la lejanía me preguntaba cómo le haría la gente que la habitaba para ir a la tienda, o a dónde irían a trabajar. Ahora, al ver los desarrollos habitacionales en las afueras de las ciudades, me ha dado por imaginar cómo sería si esas estepas estuvieran completamente pobladas, dónde terminaría una ciudad. Para la edición 2019 de Mextrópoli, el festival de arquitectura y ciudad que tendrá lugar del 9 al 12 de marzo en la Ciudad de México, el tema que regirá será precisamente ese: pensar la ciudad como un espacio abierto que constantemente está redefiniendo sus límites.
Esta celebración de la metrópolis se convertirá, entonces, en una reflexión sobre cómo se construye una urbe. “¿Dónde vive el conductor del autobús que tomas en la mañana? ¿En dónde se genera la riqueza que se invierte en los negocios inmobiliarios de los mejores barrios de la ciudad?”, son algunas de las preguntas que plantea Alejandro Hernández Gálvez, director editorial de Arquine.
Y para aventurar una respuesta a estas interrogantes, Mextrópoli contará con la participación de grandes protagonistas de las ciudades: Alejandro Aravena, ganador del Premio Pritzker en 2016; David Chipperfield, reconocido en nuestro país por el Museo Jumex; el exalcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, la arquitecta mexicana Rozana Montiel y la diseñadora Carla Fernández, entre otros. Además, se ofrecerán talleres, rutas, proyecciones de cine e instalaciones en espacios públicos.
En paralelo, el festival contará con siete exposiciones en distintos puntos de la capital. El despacho Pedro&Juana presentará ¡El horizonte es nuestro! en LIGA, Espacio para Arquitectura, mientras que el Museo Franz Mayer expondrá una selección de obras de la joven firma MMX Arquitectura y Territorio. Por su parte, el arquitecto portugués João Carrillo da Graça mostrará su visión de la ciudad en el Centro Cultural El Rule, por mencionar algunas.
De esta forma, Mextrópoli afianza los objetivos que ha construido a lo largo de seis años: tomar la ciudad como escenario, para que sus habitantes se involucren en las discusiones en torno a ella, en una suerte de ejercicio de la capacidad creativa y crítica.
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Texto: Yaheli Hernández
Fotos: cortesía de MEXTRÓPOLI