Ubicado en el corazón de uno de los centros financieros más importantes de la ciudad, AARU se caracteriza por respetar la inusual naturaleza que lo rodea dentro de la ciudad. El edificio se encuentra enfrente de 1600m2 de bosque propio y se integra y contiene a una barranca de 13.5 metros de profundidad.
La propuesta de AARU SANTA FE mezcla a la perfección el entorno, las texturas, los materiales y la espacialidad. Estas constantes se contraponen a la creciente necesidad de vivienda en esta metrópoli y, más que un desarrollo, se busca crear una experiencia de recorrido a lo largo de todo el proyecto.
El recorrido está compuesto por diferentes capas, las cuales tienen el objetivo de ir descubriendo el edificio por etapas hasta conocerlo en su totalidad. El acercamiento arquitectónico del proyecto se enfoca en contener el vacío y crear un ambiente que forme parte del contexto natural y arquitectónico que lo rodea. La intención es integrar el paisaje circundante por medio de la luz que se filtra a través de las hojas de los árboles, creando vacíos y patios interiores para darle a los diferentes espacios la condición que merecen.
AARU se encuentra ubicado en la periferia de una barranca, la cual brindó una de las estrategias proyectuales más importantes: el escalonamiento. La barranca fue estudiada para ser diseñada como un jardín de contemplación donde los usuarios pueden interactuar a través de bancas de HYGGO colocadas estratégicamente, así es como el proyecto rompe con los usos tradicionales que se le otorgan a este tipo de espacios.
El edificio busca interactuar con el contexto en el que se inserta, diluyendo e integrando la barrera que existe entre el interior y el exterior, tomando siempre en cuenta la orientación del proyecto. De esta forma, la sección longitudinal del proyecto proporciona al usuario profundidad, naturaleza y condiciones de luz y ventilación adecuada. Las terrazas son abiertas en todos los sentidos, generan una sensación de amplitud dentro de los espacios interiores creando una relación ciudad – bosque – edificio. La idea fue crear un sentido de permanecer afuera – adentro y viceversa.
En la mitología egipcia AARU era un lugar paradisíaco donde la gente disfrutaba su estancia, por lo que al estar ubicado en uno de los centros corporativos más importantes del país, se buscó generar ese mismo sentido de pertenencia: al llegar, uno no se imagina lo que hay adentro; el proyecto se va descubriendo por sí solo a través del recorrido. AARU es, simultáneamente, una casa en medio del bosque y una casa en medio de la ciudad.
En el diseño se respetaron los árboles existentes en su totalidad, éstos de hecho rigieron la ubicación de los espacios y, por lo tanto, fueron siempre incluidos dentro del proyecto. Aunado a esto, se encuentra frente a una cañada y más de 1,000 m2 de bosque propio, dentro de los cuales, se generó una serie de andadores para que los usuarios puedan salir y disfrutar de la naturaleza.
La distribución de los dos diferentes tipos de departamentos tiene la intención de generar amplitud y flexibilidad espacial, por lo que había que romper con el prototipo tradicional de vivienda, donde todo está dividido. Las circulaciones cuentan con remates y vestíbulos que fomentan que el usuario interactúe con el departamento.
Los materiales propuestos se armonizan con el ambiente y crean un contraste con la naturaleza que lo rodea. Dentro de los materiales exteriores utilizados, destaca el uso de madera, concreto, acero y tabique, que a la hora de contraponerse contrasta la calidez de algunos con las tonalidades de otros, subrayando la volumetría del proyecto.
ARQUITECTURE ERRE
Ernesto Ayala
Luis Andres Guillen
Equipo:Mariana Umaña
Comunicación: área colectiva
Fotos: Jaime Navarro