La curadora Amy Croft, el fotógrafo James Timberlake, la editora gráfica de The Guardian, Kimberly Hoang y otros nueve jurados decidieron a finales de septiembre los resultados de la edición 2018 del Architectural Photography Awards, el concurso de fotografía arquitectónica organizado por la firma de contratistas internacional Sto en colaboración con el World Architecture Festival WAF y las empresas Dornbracht y PICSEL. Hoy, primero de octubre, se dieron a conocer los 20 seleccionados, y el último día de noviembre próximo, en el marco del festival de arquitectura más grande del planeta, se revelará el nombre de los ganadores de varios miles de euros de cada categoría.
Las convocatoria que invitó a fotógrafos profesionales a enviar sus imágenes capturadas en 2018, logró reunir a artistas de la lente de 47 países, incluyendo Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y China en torno a Exteriores, Interiores, Sentido del espacio y Edificios, además de las dos nuevas categorías, las imágenes capturadas con teléfono celular y los portafolios, para “difundir las habilidades y la creatividad de los fotógrafos de hoy en día”, explicaron los organizadores.
Entre los artistas seleccionados se encuentran varios fotógrafos chinos, ingleses y estadounidenses como Shao Feng, He Zhenhuan, Ryan Koopmans o Brad Feinknopf, y entre los espacios elegidos se pueden apreciar obras de grandes arquitectos como Atelier Deshaus, Norman Foster, Santiago Calatrava y KSM Architecture, además de otros lugares no tan exclusivos o bonitos, como un edificio abandonado de la antigua Unión Soviética o una estación de comando semi abandonada en Hungría.
El próximo noviembre comienza ya World Architecture Festival, la fiesta que promete reunir por primera vez a los mejores arquitectos del planeta durante tres días en Amsterdam, y que ahora patrocina el concurso que desde 2012 festeja no sólo a los arquitectos, sino también a quienes hacen que sus obras nos emocionen.
Texto: Dolores Garnica
Fotos: cortesía del APA
Portada: Foto de Dirk Vonten. Proyecto: Castillo Neuschwanstein en invierno