A la conquista de sus propios retos
Pensar cómo será el futuro de las ciudades, desde las grandes urbes hasta los pequeños sitios rurales, es primordial para Andrea Soto. Esta inquietud comenzó cuando decidió viajar antes de iniciar sus estudios profesionales. Al volver a México tomó consciencia de la gran dependencia del automóvil que tiene nuestra sociedad y de la triste deficiencia del transporte público. “Entonces asumí una postura crítica que años después, mientras estudiaba arquitectura, me llevó a participar como activista en distintos grupos ciudadanos de Guadalajara interesados en temas de movilidad y espacio público”.
En 2010 se integró a Atelier ARS°. Sus primeras tareas consistieron en hacer maquetas de proyectos construidos y en proceso, y en realizar ilustraciones para presentar de manera más gráfica las propuestas ante los clientes. Estos procesos le ayudaron a entender la manera de hacer arquitectura en el taller. El siguiente paso fue participar directamente en el proyecto de Casa con 7 Patios, que obtuvo el Premio Estatal de Vivienda Iprovipe en 2011.
Ya asociada con Alejandro Guerrero, se iniciaron en exposiciones de arquitectura como la Bienal de Venecia y otros concursos. Pasaron de la escala habitacional a otras de mayor alcance para proyectos industriales. 2015 fue un año pleno de emociones: el despacho fue reconocido con el premio Emerging Voices 2015 por la Architectural League de Nueva York y Andrea fue aceptada en el programa de Arquitectura de Paisaje de la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard con la Beca Arquitecto Marcelo Zambrano de Cemex.
Su principal desafío en la actualidad son sus estudios de maestría: “Es sumamente demandante y a veces difícil llevar una vida saludable. Existe tanta pasión al momento de las entregas que podemos pasar varias noches de desvelo. Sin embargo, esta experiencia ha sido muy gratificante, es un intercambio de ideas continuo donde la competencia se contagia, pero lo principal es superarse uno mismo”.
Egresada del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Andrea ha sido invitada a esta universidad para hacer revisiones de arquitectura, de ahí que haga énfasis en la educación de nuevas generaciones: “Es importante que los futuros arquitectos obtengan el mayor conocimiento histórico y contemporáneo de la profesión para que sus proyectos reflejen este saber y, en el mejor de los casos, que sus ideas logren anclarse a temas universales, sin tener que dejar de lado la individualidad y contemporaneidad de sus propuestas”.
El interés en la teoría y la historia ha llevado a Andrea y su socio a incluir ciertos conocimientos de la arquitectura vernácula en su obra: “Cada vez más, nos interesa mostrar un diálogo entre lo contemporáneo y lo vernáculo. En la Casa Estudio en el Mar Chapálico un pescador de Chapala tejió una celosía con ramas de árbol palo dulce; el diseño de los barandales en Levering Trade y Casa Rob integra tejidos de hoja de palma o de hoja de plátano, mientras que el tótem de piedra para el memorial de Novasem está inspirado en los trabajos de piedra que se hacen en México”.
Esta visión, que conjuga la responsabilidad social, el interés por la escala urbana, la humildad por aprender de la arquitectura tradicional, el estudio de la historia y la teoría, entre otros muchos aspectos, ha colocado al despacho en el mapa internacional como una de las voces jóvenes que avanzan con paso firme en el panorama arquitectónico de México.
“La arquitectura de paisaje es una disciplina que tiene el potencial de comprender los componentes de una realidad mayor que abarca la historia, el territorio, la cultura y las ciudades.”
Entrevista: Isaura González Gottdiener
Retrato: Keith Scott
Fotos: Onnis Luque y Daniel Maldonado
Renders: Cortesía de Atelier ARSº
*La sección completa puede consultarse en la edición 40 de México DESIGN.