“En la mejor expresión de la arquitectura, uno inventa cosas que parecen sacadas de la ficción. Y luego del arduo trabajo, los permisos, el dinero y la construcción, se convierte en realidad concreta”. Estas palabras abren el episodio número 4 de la serie Abstract, producida y distribuida por el gigante digital de nuestros tiempos, Netflix. ¿El autor de éstas? El joven arquitecto danés Bjarke Ingels, de 43 años, sobre el cual gira todo el episodio documental, cuya finalidad, al igual que toda la serie, es dar a conocer la biografía y modos de ver de las mentes más visionarias del momento en el mundo del diseño. El episodio en cuestión está dedicado a la arquitectura. Bjarke Ingels es el encargado de hacer reflexionar al espectador aportando sus perspectivas sobre la finalidad de esta disciplina en la actualidad.
El concepto que él llama sostenibilidad hedonística es primario en cuanto a lo que su trabajo como arquitecto se refiere, pues esta visión de propiciar un mejoramiento de la vida humana simultáneamente a su regocijo personal, es una de las motivaciones que dieron origen a Bjarke Ingels Group (BIG), la compañía creada por él mismo en 2005 tras haber abandonado sus estudios universitarios de arquitectura, en una Copenhague en la que entraban en boga los movimientos ambientalistas. Pues bien, este enfoque de sustentabilidad habrá de ser una tangente que acompañará el desarrollo de las obras de BIG; al menos eso es lo que se ha podido deducir de edificaciones como Mountain Dwellings, que ofrece como solución espacial combinar geométrica y simbióticamente un edificio departamental con uno de estacionamiento, en lugar de construir uno junto al otro.
‘Alquimia arquitectónica’ es como hace llamar Bjarke Ingels a su artificio de diseño. Fusionar elementos tradicionales (estacionamiento + edificio departamental) que si bien no crean oro en bruto, sí consiguen un valor agregado en las construcciones, mientras favorecen el desarrollo y el regocijo humanos. Otro buen ejemplo de esto es Amager Bakke, proyecto que fue cuestionado al ser anunciado en 2011 y que cada vez más se convierte en una realidad. Se trata de la construcción de un parque con pista de esquí sobre el techo de una central de energía renovable y reciclado también diseñada e inaugurada por BIG en 2017 -que presumiblemente es el edificio más grande y alto de Copenhague-. Porque, como apunta Ingels, “Al fusionar conceptos distintos se obtiene un híbrido que luce distinto porque tiene una finalidad distinta”.
Ingels llama a su filosofía de trabajo ‘utopismo pragmático’ en su libro-novela gráfica Yes is more. Esta filosofía para hacer arquitectura busca establecer un balance entre las ‘ideas salvajes del avant-garde’, que idealiza edificios tan excéntricos como irrealizables y el ‘petrificante pragmatismo’ de las compañías corporativas, que diseñan edificios predecibles y aburridos, partiendo desde el concepto de lo que es cien por ciento realizable sin tomar ningún riesgo por la innovación en el diseño. Una arquitectura utópico-pragmática que además sea sustentable y placentera para los usuarios. Tal es el postulado que defiende BIG en cada uno de sus proyectos: no construir sopesando cuánto hay que sacrificar en comfort y calidad humana en pos de la funcionalidad, sino cómo solucionar las problemáticas urbanas partiendo desde el diseño: hallar una manera sustentable y económica (a pesar de las críticas por el bajo precio de sus construcciones), que de hecho resulte en un incremento en la calidad de vida de los ciudadanos y se traduzca en un beneficio social.Es interesante y hasta cierto punto inevitable, al revisar la larga lista de proyectos arquitectónicos en los que Bjarke y su compañía están inmersos (The Lego House, Dinamarca; The Vancouver House, Canadá; Hualien Residence, Taiwan; Blavand Bunker Museum, Dinamarca; Faroe Island Education Centre, Islas Feroe; Maison de l’économie creative et de la culture Aquitaine, Francia; Grove at Grand Bay, Miami; 2 World Trade Center, Manhattan; Google Headquarters, California; Washington Redskins Stadium, por definir; Smithsonian Institution, Washington), hacerse una de las preguntas que cierran el episodio documental: ¿Es pernicioso estar involucrado en tantos proyectos simultáneamente para la autenticidad y la calidad de la obra de un arquitecto consagrado por su estilo y su filosofía de creación? Sin embargo, la respuesta a esa cuestión, como sucede a menudo con las preguntas retóricas, llegará con el tiempo, y serán únicamente Bjarke y su compañía quienes se encarguen de desmentir y despejar las dudas al respecto.
Para concluir, sólo nos resta recomendar a nuestros lectores que vean el episodio de la serie Abstract que aquí comentamos. Y asimismo, te invitamos a que conozcas más de los proyectos de Bjarke Ingels Groupen la plataforma de México Design.
https://www.mexicodesign.com/?s=Bjarke+ingels
Texto: Kevin Cárdenas
Fotografías: Cortesía