Hasta hace algunas generaciones, la mayor parte de la población en Noruega subsistía de actividades que exigen una relación directa con la naturaleza. A cien metros de la línea del mar, k.21, una cabaña de 60 metros cuadrados, obra de TYIN tegnestue Architects, se plantea con el objeto de recuperar esta relación.
Entre áreas pantanosas e islas de vegetación dispersas, el edificio aparece como un accidente en la formación rocosa. Se desplanta sobre una base de concreto en tres niveles diferentes, lo que además de enfatizar la conexión entre interior y exterior, da dinamismo al impacto visual según la perspectiva.
La construcción corrió por parte de los clientes. Este nivel de compromiso es raro para el trabajo del despacho, pero se reconoce en los detalles: la fachada de la cabaña está cubierta por pino natural extraído del bosque de los propietarios, un material sin tratar que al envejecer rápidamente dará riqueza al paisaje conforme pase el tiempo.
Imágenes: Pasi Aalto