Una de las exposiciones más esperadas de este año en el Museo Tamayo de la Ciudad de México es la del artista alemán radicado entre Estocolmo y Ghana: Carsten Höller, quien mostrará su trabajo por vez primera en el país.
Con exhibiciones en varias ciudades del mundo que incluyen el Guggenheim de Nueva York, la Hayward Gallery en Londres o las Bienales de Venecia y Lyon, en Francia, Höller, formado inicialmente como entomólogo, ha consolidado su arte como un análisis de la naturaleza de las relaciones humanas.
Las piezas imaginadas y creadas por Höller se sitúan entre lo lúdico y lo inquietante: qué tanto es diversión, qué tanto da un poco de miedo. The Flying Machine (1996), por ejemplo, se trató de una instalación que llevaba a los visitantes a volar por los aires a una distancia no tan lejana del suelo; en contraparte, está Glass Skylide (2006), una gigantesca resbaladilla transparente que fue colocada en el exterior del edificio más alto de Los Ángeles y que atravesaba varios pisos de la torre.
Para Sunday, título de la exposición que se inaugura hoy en el Tamayo, Höller seleccionó un conjunto de obras que evocan a las tardes de domingo en un parque de diversiones en las que, al igual que en el resto de su producción, se invierten experiencias aparentemente simples: tomando la arquitectura brutalista del museo, el artista realizó Decision Tubes, una estructura de red y metal suspendida en el centro del museo. Esta pieza está basada a su vez en Decision Corridors, presentada en Londres, y en la que la estructura obligaba al visitante a seguir curvas y corredores, decidiendo, casi a ciegas, qué camino tomar.
A disposición del visitante se encontrarán los Upside-Down Goggles (1994), unos lentes que alienan y desorientan, y con los que podrá recorrer el resto de las exposiciones. Otras piezas presentadas son Double Neon Elevator (2016) que simula un elevador a través de patrones de luz; Six Sliding Doors (2014) un corredor de puertas automáticas ubicado en la entrada del recinto que crea interrupciones del reflejo de quien pasa.
Destaca Two Roaming Beds (2015) pieza que invita a dos visitantes a pasar la noche en el museo a bordo de dos camas que se mueven lentamente por la sala. Antes de ir a dormir, los invitados se lavarán los dientes con Insensatus Vol. 1, (2014) una pasta dental que les hará tener regresiones vívidas durante el sueño.
En Sunday estarán también algunas reiteraciones a obras pasadas de Carsten Höller, que en conjunto con las demás, vuelven a la exposición una visita obligada para la primavera dominical capitalina.
Texto: Yaheli Hernández
Crédito de portada: Light Wall, 2000/2017. Vista de instalación: Henie Onstad Sanatorium, Høvikodden, Noruega (2017). Cortesía del artista y Henie Onstad Kunstsenter, Hovikudden © Carsten Höller. Foto: Attilio Maranzano, cortesía Museo Tamayo