Situada en Santiago de Querétaro, el arquitecto Axel Duhart creó un entramado de formas y fuerzas que conforman espacios que con transparencias y opacidades se disfrutan desde fuera y desde dentro, de día y de noche. El campo alrededor de esta residencia extiende el confort que se encuentra en el interior rico en texturas.
Rectángulos y triángulos. Las figuras geométricas están dispuestas con tal naturalidad en el terreno, que pareciera que un gigante, por juego, las hubiera colocado así de manera caprichosa. En realidad, este proyecto de Axel Duhart se basa en la fuerza, el equilibrio y la armonía de dos cuerpos que se atraviesan y se dan estabilidad mutuamente, formando un hogar agradable por dentro y por fuera. Metal y concreto son los elementos que sostienen esta casa con una ligereza estética tal que su fuerza se incorpora al juego geométrico: la estructura metálica y las columnas de concreto son visibles y componen un jardín escultórico interno desde el que se aprecia, a través de los ventanales de techo a piso, el extenso prado que rodea a la construcción. 
Así como hay grandes bloques de transparencia, existen sus contrapartes cerradas. Desde cierto ángulo la casa no permite que la vista la traspase, pero no niega el goce de la arquitectura, ya que es aquí donde sus formas escultóricas lucen todavía más. Todos los materiales con los que fue construida son de la región. La alta tecnología está presente en baños, cocinas y otros sistemas que hacen funcionar esta residencia sustentable que, por su diseño de iluminación, es un placer de noche tanto como de día. 
El juego de transparencia y opacidad se da en el interior y el exterior. Dentro, la madera, el concreto aparente, el mobiliario y los textiles contrastan con la transparencia del cristal, que transmite una sensación de amplitud —aunque en realidad delimite por medio de un cancel que luce un entramado de rectángulos— a través del cual la luz natural entra para llegar a todos los rincones de esta casa con toques de confortable minimalismo.
Investigación y textos: Víctor Ortiz Partida
Fotos: Jorge Silva
*La sección completa puede consultarse en la edición 40 de México DESIGN.