Otra dimensión de la poesía digital
Las nuevas plataformas y tecnologías digitales han revolucionado el arte de la palabra, tradicionalmente comprendido dentro de los márgenes del papel. Al igual que en el paso de la oralidad a la escritura, se han descubierto dimensiones hasta entonces desconocidas: valores como la lectura lineal y la referencialidad se descomponen hasta adquirir en la página electrónica propiedades de simultaneidad y experiencia fonética que se entremezclan con el movimiento de las tipografías.
Uno de los proyectos más relevantes, vistosos y divertidos en la actualidad es Concretoons, un sitio web a cargo del queretano Benjamín Moreno. Los visitantes pueden mirar experimentos tipográficos y de sonido, e incluso videojuegos programados a partir de poemas previos.
Ya en su perfil de Soundcloud, Moreno crearía cierta polémica entre los círculos de escritores que se mostraron indignados e incluso se opusieron a una serie de grabaciones preparadas para que la voz de Octavio Paz leyera canciones populares como “La puerta negra” o “Triste canción” en su muy particular estilo.
A la fecha, la propuesta de Benjamín Moreno se ha ido ampliando a través de las plataformas digitales, no tradicionales. La palabra poética deconstruida en sus elementos más primordiales: sonido, referencialidad, movimiento, secuencia… para crear una dinámica proyectada mucho más allá de las interpretaciones convencionales e instalar la idea del sentido en una comprensión poliédrica.
¿A estos experimentos que trascienden la intención verbal, partiendo de ella, se les puede llamar poesía? ¿Y si nuestra comprensión de este arte ha sido ya rebasada en función de las nuevas tecnologías, no deberíamos considerar márgenes más amplios en su definición?
Texto: Carlos Vicente Castro
Imágenes: Benjamín Moreno