Conexión local con un toque setentero: Kimpton Los Monteros Hotel

Por: Natali Canas del Pozo, socia cofundadora y directora creativa de
EL EQUIPO CREATIVO

Fotos: Verlee Evens

 

En el diseño hotelero contemporáneo, la arquitectura ya no se entiende solo como una envolvente física o una respuesta funcional. Hoy más que nunca, los hoteles son lugares de encuentro entre cultura, emoción y el arte de vivir momentos inolvidables. Proyectos como el rediseño de los espacios comunes del Kimpton Los Monteros Hotel, en Marbella, son una muestra clara de cómo el diseño puede actuar como agente de cambio y diálogo, respetando la herencia del lugar y proyectándola hacia el futuro.

Celebrar la identidad local y cultural

Cada hotel es una oportunidad para contar una historia única, profundamente vinculada al territorio que lo acoge. En el caso de Los Monteros, partimos de una arquitectura emblemática de los años 70 y la enriquecimos con referencias a la tradición andaluza: cerámicas artesanales, vegetación exuberante, murales pintados a mano que evocan la obra de Picasso, originario de la zona, y materiales que nos conectan con la artesanía local. Estos elementos no solo decoran: reivindican la identidad cultural de Marbella y posicionan al hotel como embajador contemporáneo de su historia.

Innovación en el diseño contextual

Diseñar en contexto no significa replicar el pasado, sino dialogar con él desde una mirada actual. En Los Monteros, integramos geometrías retro, celosías de madera y plataformas escalonadas con un enfoque funcional y contemporáneo. El rooftop bar Escondido es un buen ejemplo de ello: reinterpretamos el paisaje a través de un diseño topográfico que permite distintas experiencias de uso, donde las líneas retro conviven con una lectura moderna del espacio al aire libre. Así, se refuerza el carácter único del lugar, sin renunciar a la innovación.

Impacto emocional y experiencial

Un buen diseño no solo se ve; se siente. La arquitectura emocional fue clave en este proyecto: Azul Bar se convirtió en una experiencia sensorial donde el color, la luz filtrada y los detalles artísticos generan una atmósfera inmersiva.

Cada espacio fue concebido para activar los sentidos del huésped: desde la serenidad de un patio interior, donde la luz natural se filtra entre celosías, hasta la vitalidad social de una barra central que conecta interior y terraza, promoviendo la interacción y el dinamismo. La narrativa espacial acompaña al visitante, transforma su percepción del entorno y enriquece su vivencia.

Sostenibilidad y responsabilidad social

El compromiso con el entorno no termina en la estética. En Los Monteros, apostamos por preservar y reinterpretar, reutilizando elementos estructurales existentes y trabajando con materiales locales como la cerámica, la madera o baldosas tradicionales. Este enfoque reduce la huella ambiental y potencia la economía local. Además, se optimizó la ventilación natural y el aprovechamiento de la luz, reduciendo la dependencia de sistemas artificiales. Porque un diseño consciente cuida tanto al huésped como al planeta.

Inspirar una visión de futuro

Cada hotel puede —y debe— ser una oportunidad para innovar, conectar e inspirar. Los Monteros nos recordó que los edificios pueden ser más que contenedores de experiencias: pueden convertirse en catalizadores de cambio, tanto en lo cultural como en lo social y ambiental. Desde esta perspectiva, el diseño arquitectónico adquiere un valor transformador, capaz de influir en el modo en que viajamos, habitamos y nos relacionamos con el mundo.

Lee más información en la edición 71 de México DESIGN.

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