Un concepto es la semilla primigenia de las ideas. La unidad mínima, el elemento fundamental. Un concepto va más allá de una palabra, así como una casa no solo sirve para protegernos del frío y de la lluvia. Y es el Concepto, valga la repetición, el nombre que lleva el Taller de Arquitectura conformado por Alberto Dana, Karen Goldberg y Daniel Dana, para quienes el equilibrio entre la función del espacio y sus elementos es un aspecto fundamental en el quehacer arquitectónico.
En el Departamento WK se vierten la sobriedad y la amplitud de las estancias de un hogar en un lugar habitable configurado a doble altura. Los grandes ventanales permiten la entrada de la luz natural sin irrumpir en la intimidad cotidiana de los habitantes.
Hay dos elementos protagónicos en este departamento. Uno, la escalera diseñada como una pieza escultórica y estructurada por una lámina de acero con placas de mármol voladas que van formando un perfil que otorga la impresión de ligereza.
Otro, la biblioteca, un elemento pesado en contraste con la escalera, que está rodeada por un conjunto de puertas de duela con pivote que posibilitan que el espacio sea abierto o cerrado, generando versatilidad y movimiento. Estas características permiten la conexión visual entre los dos ambientes dependiendo de la apertura de las puertas.
La iluminación también juega un papel fundamental en el Departamento WK. Planeada para responder a cada uno de los lugares de la residencia, crea escenarios de luz a través de cajillos que bañan de luz indirecta los espacios, acentuados con candiles y lámparas decorativas.
Los materiales hacen limpia y elegante la estancia; crean armonía en relación con el mobiliario, seleccionado al gusto de los clientes. En sí, y como concepto total, el Departamento WK posee una identidad propia y única.
Texto: Yaheli Hernández
Fotos: Agustín Garza, cortesía Concepto Taller de Arquitectura