Cuando supe que entrevistaría a Artur Walther, poseedor de una de las más importantes colecciones de videoarte y fotografía moderna de África y Asia, lo primero que saltó en mi mente fue curiosidad por la chispa genética de una labor tan exhaustiva y demandante como es el coleccionismo.
La exposición del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey MARCO, Estructuras de Identidad, está conformada por más de 500 fotografías y videos que Walther, alemán graduado de la facultad de negocios en Harvard, ha reunido minuciosamente desde el momento en que renunció a Wall Street: “La Bolsa no me era suficiente, quería un cambio de vida, un cambio de perspectiva”, y fue entonces cuando decidió tomar una cámara fotográfica y explorar sus posibilidades. De ahí en adelante todo transcurrió de manera natural: primero como exploración de su entorno cercano, el cambio industrial neoyorkino reflejado en su edificio de Manhattan, y posteriormente como una reacción en cadena en la que el nombre de un artista contemporáneo lo llevó a otro…
Esta muestra fotográfica exclusiva de la Colección Walther es una búsqueda itinerante por la diversidad identitaria desde las distintas aproximaciones culturales e individuales de fotógrafos como Dieter Appelt, Nobuyoshi Araki, Richard Avedon, Sammy Baloji, Oladélé Ajiboyé Bamgboyé, y Bernd y Hilla Becher. La variedad de imágenes que el coleccionista resguarda abarca espacios urbanos, retratos públicos y privados, como resultado de la pulsión flâneur que ha llevado a Walther por innumerables lugares: “primero decidí viajar a China por intereses culturales. Luego a África, a raíz de una exhibición artística en Nueva York a la que asistí”.
No se pierda la oportunidad de visitar Estructuras de Identidad, que luego de itinerar por el Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y el Museu Nacional d’Art de Catalunya, hace una parada en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey MARCO del 24 de febrero al 29 de julio del 2018, antes de continuar su viaje hacia la Galerie de l’UQAM y Sesc São Paulo.
Texto: Mónica Hernández
Fotos: cortesía de MARCO©