>> GÉNESIS <<
Los mejores maestros de Fedora Peschard han sido los arquitectos. “A los que más recuerdo es a los maestros difíciles, que son de los que más aprendí. Trabajar con Mario Botta en San Francisco fue una experiencia inolvidable. Los buenos maestros de diseño arquitectónico estuvieron en Berkeley, en la maestría. Desgraciadamente, cuando estudié la carrera —parte en la Universidad de Coral Gables, Florida, y parte en la UNAM, en México— los maestros eran muy formalistas, y solo les llamaba la atención si diseñabas algo novedoso, con colores bonitos o renders, aunque no funcionara”.
“En Berkeley el enfoque es racionalista y con mucho énfasis en la ecología y aprovechamiento de los recursos, así que los retos eran más interesantes y reales”, rememora Peschard. “Podías entregar tu proyecto en un papel con bocetos y valía igual que el que lo entregaba a tinta en papel albanene; lo que importaba era la idea y la solución. La arquitectura de interiores yo la practiqué, básicamente, en Estados Unidos, como parte de un edificio que diseñaba mi estudio, así que fue siempre parte integral de la propuesta”.
En cuanto a maestros en la arquitectura y otras disciplinas, Fedora Peschard admira a Mick Jagger: “Mick ha sido mi ídolo desde que salieron los Rolling Stones. Nunca me gustaron ni me gustan los Beatles, y mi meta es seguir rockeando hasta los 80. Mi arquitecto favorito es Renzo Piano, que no tiene un sello propio, su estilo cambia según las necesidades. No es un arquitecto formalista como Zaha Hadid, que hace formas complejas que cuestan mucho y a mí en lo personal no me atrae, porque, como dice el dicho: para qué tantos brincos estando el suelo tan parejo”.
En este 2015, escoge a su héroe y a su personaje favorito: “Héroe: Obama, que nada contra corriente en un país racista. Personaje favorito: Richard Branson, guapo, inteligente, ecológico, etcétera.
¿Cómo une vida y trabajo Fedora Peschard? “Mi vida es el trabajo, vivo para trabajar en el buen sentido de la palabra. La gente lo ve como algo malo, y yo lo veo así porque me gusta. No me gusta trabajar para vivir, sino vivir para trabajar, pues en lo que trabajo vivo y me encanta lo que hago, aunque escuchar eso sea muy triste para muchos. Creo que ser un workaholic no es malo. Y en cierta manera lo soy. Como se dice: I work hard and party hard”.
Firma: Peschard Arquitectos
Entrevista: Víctor Ortiz Partida
Fotos: cortesía de Peschard Arquitectos
Retrato: Freddy Yazbek