Francisco de Goya sueña con los monstruos de la razón en el Cabañas. Los caprichos de Goya, una colección de 80 grabados pertenecientes a la Fundación Dancing For The Millenium Goals, acervo a su vez del Museo del Prado, serán expuestos en varias de las salas del magnífico Instituto Cultural Cabañas en Guadalajara, desde el 6 de julio hasta el 23 de septiembre de este 2018.
Los caprichos, publicados en 1799, forman parte de una serie de estampas que incluye el horror de los Desastres de guerra, Tauromaquia, dedicada a la fiesta taurina y la sátira de los Disparates. Tanto para Los caprichos como para el resto de las series, Goya utilizó los dibujos, hechos a lápiz o sanguina, como un camino para los grabados finales, por lo que en ocasiones no se trata del mismo, ya que Goya incluso tomaba los dibujos preparatorios y hacía montajes. Para José Manuel Mantilla, esta serie lo consagró no solo en el ámbito artístico, sino también en el intelectual.
Las escenas retratadas en Los caprichos, con títulos mordaces y originales, muestran cómo los ambientes son tomados por una serie de personajes de corte casi surrealista, característicos de la obra de Goya: los burros, reconocidos por muchos ya como las asnerías; seres de rasgos pesadillescos y cadavéricos, casi siempre devorando, ofreciendo o deshaciéndose de pequeños cuerpos; mujeres en escenas que podrían ser románticas pero que realmente aluden al rapto y a la muerte.
Ver estos grabados implica asomarse a la obra de un artista cuya ironía no está exenta de razón: las estampas son un botón de muestra de una sociedad convulsa, en la que reina la hipocresía burguesa hacia los desfavorecidos, en la que el sentir se representa en su versión más cruda. Y es que, como reza el título de uno de los grabados: “El sueño de la razón produce monstruos”.
Texto: Yaheli Hernández
Fotos: cortesía del Instituto Cultural Cabañas