Frida Escobedo: arquitectura y desigualdad

La arquitectura está en constante movimiento

Frente a un auditorio abarrotado, Frida Escobedo compartió su visión de la arquitectura dentro del marco de la conferencia “Arquitectura y desigualdad”, organizada por el Centro para la Cultura Arquitectónica y Urbana (CCAU) en Guadalajara.

Antes de hacer un recorrido guiado por los trabajos recientes de su firma Taller de Arquitectura, relató una anécdota muy particular sobre la ruptura entre el padre del surrealismo André Breton y el escritor y crítico literario Roger Caillois.

“Discutían —eran los años treinta— sobre los frijoles saltarines mexicanos, esas semillas con la capacidad de brincar sin razón aparente. Y al proponer Caillois diseccionarlas para averiguar la causa del fenómeno, Breton lo acusó de ser un positivista de segunda y de querer destruir el misterio. En efecto, la movilidad del frijol se debe a una larva, de ahí que más tarde Caillois le escribiera una carta explicando que para él no se trataba de romper la magia sino de buscar una unión entre investigación y poesía. Como resultado de esta discordancia, ya en los años sesenta Caillois publica Piedras, un libro basado en observaciones precisas, casi científicas, pero al mismo tiempo combinadas con este delirio lírico y casi poético que rodea toda la obra surrealista. Las piedras, que parecen estáticas y permanentes, en realidad son fluidas y en constante movimiento”.

La historia fue el punto de partida para que Frida Escobedo estableciera una correlación con la arquitectura, “que es un retrato muy preciso de un momento histórico en particular, pero al mismo tiempo está en constante movimiento. Es una transformación: desde la proyección del dibujo arquitectónico hasta que se deshabita un edificio y de pronto tiende a la ruina (en realidad nos damos cuenta de que la ruina empieza en el dibujo). Siempre es un proyecto inacabado, en constante movimiento, en constante reinterpretación de sí mismo. Al final del día tanto informa a quien lo habita como es informado por quien lo habita”.

Frida Escobedo explicó a detalle su experiencia y la de su equipo ejemplificando con algunos de sus proyectos, como una vivienda rural en Taxco, Guerrero, la Casa Cruz Castillo en la Ciudad de México, La Tallera Siqueiros en Cuernavaca, Morelos y el Longing for Belonging en Oslo, Noruega. “Mi trabajo busca no tener este rigor científico, no tener una respuesta precisa, sino de pronto encontrar huellas o símbolos, algo que me permita cambiar mi realidad. Es a partir de este lente que se empiezan a mejorar los proyectos arquitectónicos”.

Licenciada en Arquitectura y Urbanismo por la Universidad Iberoamericana y con una maestría en Arte, Diseño y Dominio Público en la Graduate School of Design de Harvard, Frida Escobedo recientemente recibió el reconocimiento Emerging Voices 2017 del Architectural Leage de Nueva York.

 

Texto: Carlos Vicente Castro

Imágenes: cortesía del CCAU

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