La bahía norte de Mountain View, en California, fue elegida hace quince años como el hogar para una de las compañías más innovadoras del mundo.
Además de la belleza de sus paisajes, se encuentra muy cerca de grandes universidades, tiene un ambiente familiar y otorga la oportunidad de trabajar en el corazón de Silicon Valley.
Google busca ahora crear un espacio de oficinas que agradezca a la ciudad que los ha albergado desde entonces. Es la primera vez que la compañía diseña y construye algo totalmente nuevo, para lo que se han asociado con Bjarke Ingels de BIG y Thomas Heatherwick de Heatherwick Studio.
Enormes pabellones translúcidos cubrirán cada espacio, controlando el clima interior mientras dejan pasar la luz y la ventilación de forma natural. Con árboles, jardines, cafeterías y caminos para peatones y bicicletas serpenteando entre estas estructuras, se pretende desvanecer la frontera entre espacio construido y naturaleza.
“La idea es simple, en vez de construir edificios de concreto inamovibles, haremos estructuras ligeras que puedan ser movidas de forma sencilla conforme vayamos invirtiendo en nuevas áreas”, declaró David Radcliffe, el vicepresidente de bienes inmobiliarios de Google.
Este proyecto es mucho más que un espacio de oficinas, también busca mejorar a la comunidad: se crearán un gran número de ciclovías y oportunidades de comercio local en las instalaciones. El objetivo es producir y consumir energías renovables incluso durante la construcción del complejo.
Además se espera enriquecer el hábitat natural contribuyendo a la conservación de la vida silvestre y respetando el curso natural del agua.
Investigación y textos: Anabel Híjar y Juan Diego Diez de Sollano
Fotos: cortesía
*La sección completa puede consultarse en la edición 40 de México DESIGN.