Elementales: orígenes
Guillermo Tirado González dirige un equipo de arquitectos que trabaja bajo una lógica integral —desde el proyecto conceptual hasta el interiorismo— y con la premisa de que es posible explorar y romper barreras dentro de la disciplina para abrir nuevos derroteros en la experiencia de vivir y habitar.
Seguro son más los profesionales de la arquitectura que se refieren a su propia obra como el resultado de un ejercicio que persigue la funcionalidad antes que como un experimento caprichoso. El arquitecto regiomontano Guillermo Tirado no define la totalidad de su trabajo como un capricho. Pero sí que ha abierto la puerta para hablar de esos espacios donde es posible hacer comulgar a la disciplina creativa más estructurada. La arquitectura con sus pares más arriesgados, la plástica o la poesía, por ejemplo. Siempre se está un paso más allá de los linderos de lo estrictamente real o posible.
“Creamos cosas surrealistas que hacen más dramático
el espacio al momento de vivirlo”, explica. Para lograrlo, el despacho de Guillermo Tirado se hace cargo de todas las etapas del proyecto. Desde el concepto hasta la arquitectura de interiores. Desde la estructura hasta los acabados, lo cual convierte a sus entregables en obras completas que hablan un mismo lenguaje creativo. “Nuestros proyectos suelen ser avant-garde: tratan de poner algo de vanguardia en el contexto de la arquitectura mundial y tienen mucho que ver con la música, la pintura o la poesía”, destaca Tirado. “Están hechos con tanta pasión que los resultados llegan a ser sorprendentes”.