La arquitectura del Hotel Albor en San Miguel de Allende se integra sin esfuerzo al entorno natural que lo rodea. El hotel emerge naturalmente del terreno, enmarcando una hermosa vista del valle. El basamento pétreo está inspirado en el interior de la montaña, con un aspecto texturizado y colorido.
Los niveles más bajos del hotel cuentan con una paleta de tonos púrpuras, típicos de la piedra local, creando un contraste vibrante y dinámico con el entorno natural. Los niveles superiores del hotel tienen un diseño minimalista, con una clara separación entre las áreas públicas y privadas.