Portugal es un hermoso país que se encuentra en el continente europeo. Limita con España, y aunque su territorio no es tan grande como el de su vecino, no quiere decir que no tenga un potencial cultural, natural y turístico que descargar, sobre todo desde el punto de vista arquitectónico.
Curiosamente, por un tiempo prolongado de razones históricas, el país se alejó de las corrientes arquitectónicas europeas, sin embargo este no fue un factor que impidió convertir a Portugal en un pueblo reconocido mundialmente por sus obras arquitectónicas.
El salto del posmoderno a lo moderno
Muchos son los intelectuales en el área que portaron en el avance de la arquitectura portuguesa con influencias como Aldo Rossi y de Robert Venturi que llevaron esta corriente posmodernista para luego dar un gran paso con el arquitecto Álvaro Siza, sin embargo esto no quiere decir que sean muchos otros los que han contribuido al avance de esta arte.
La arquitectura por un tiempo se vio varada por un período de opresión, sin embargo después de superarlo no evitó que el pequeño Estado se encaminara a ser destacado en el área con universidades reconocidas internacionalmente en el plano.
La arquitectura moderna, la joya de Portugal
No obstante todos los problemas mencionados anteriormente, en ningún momento el progreso de Portugal permaneció congelado: la modernización de la arquitectura en conjunto con los demás procesos históricos que hicieron posible la construcción de una gran diversidad de edificaciones logró que Portugal se convirtiera en la joya arquitectónica del mundo.
Piezas como el Laboratorio Nacional de Industria Urbano y la Capilla de Nuestra Mujer de Fátima son una clara representación de lo que es el la arquitectura moderna, sobresaliendo que son sitios que no solo tienen un valor patrimonial, cultural e histórico, también poseen un valor turístico, así que si contemplas visitar el viejo mundo, las muestras arquitectura portuguesas serán una gran forma de entretenimiento y educación.
Texto: Luis Enrique