Little House in the Campo

Localizado sobre una montaña en un irregular paisaje al norte de Ibiza, este recinto de ensueño y apariencia contemporánea transmite candor a sus visitantes por su peculiar belleza. Adaptado a partir de un viejo establo que hace las veces de almacén, conserva su antigua esencia.

Los propietarios del despacho Ibiza Interiors, también dueños de esta finca con más de 200 años, la convirtieron en su sala de exposición y casa de huéspedes. Para mantener su herencia, los arquitectos conservaron la estructura original: las trabes de madera permanecen a la vista, así como las paredes de piedra antigua en la cocina y el baño. También utilizaron materiales básicos y tradicionales en la isla, como los marcos de las ventanas, hormigón y muros calados, elementos insignia de la arquitectura mediterránea.

El edificio estuvo abandonado durante muchos años, por lo que al remodelar únicamente las paredes y algunas partes del techo —sobre todo elementos estructurales— pudieron rescatarse. Como no contaba con instalaciones eléctricas, agua potable ni alcantarillado, elementos imprescindibles en un diseño residencial, de alguna manera la firma se encargó de proporcionarlas transformando la casa en autosostenible: hay paneles solares para generar la electricidad y calentar el agua —que viene de un pozo natural cercano—, mientras que el sistema de calefacción es por suelo radiante.

Para el interior, los dueños de Ibiza Interiors utilizaron mobiliario de su ciudad natal, Ámsterdam. Las camas de materiales naturales son marca Coco-mat, las piezas de arte son de Galería Vroom & Varossieau y la tapicería de Etoffe Unique. Los demás muebles, iluminación y alfombras provienen de la tienda de sus socios Modern Vintage. La hermosa cocina de acero con recubrimientos de mármol es de Eginstill. El resultado es una fantástica residencia contemporánea donde el contraste y el equilibrio juegan un papel importante: pasado y presente, elegancia y elementos rústicos, luz y oscuridad. En todas partes algo está sucediendo.