Luis Barragán fue un arquitecto e ingeniero mexicano, nació en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México, el 9 de marzo de 1905. Consolidado como uno de los arquitectos más importantes y emblemáticos de nuestra cultura cuyas obras son caracterizadas por su enorme colorido y particularidad.
A lo largo de su vida, Barragán colaboró con diferentes arquitectos y disciplinas, entre ellas el interiorismo, la escultura y la pintura, las cuales aportaron mucho a sus creaciones.
Sumando a esas intervenciones, creó su propia filosofía en la que se inspiraba para crear sus obras: su propósito era descubrir los misterios que existen detrás de un jardín y cómo se manifiestan en el espacio.
En sus obras, las edificaciones eran silenciadas y los jardines tomaban protagonismo convirtiéndose en un lugar donde la magia y los sueños salían a contar historias.
Esta poética fue desarrollada por el arquitecto en 1942, año en el que realizó un viaje de estudios a Europa y donde descubrió el libro del escritor y pintor francés Ferdinand Bac llamado Los Jardines Encantados.
Este libro, maravillosamente ilustrado contiene treinta y seis cuentos, donde los personajes se ven obligados a aventurar por jardines mágicos; la naturaleza se transforma y las emociones se viven a flor de piel para mezclarse entre los numerosos paisajes. Cabe mencionar que se trata de una literatura fantástica que contiene ilustraciones coloridas y un gran discurso visual.
Ilustración de Los Jardines Encantados de Ferdinand Bac
El autor de estas historias, a su vez, se inspiró en los jardines del castillo de Colombier en Francia, lugar que posee un amplio jardín de más de 10 hectáreas y con más de 350 especies de plantas.
Muchos de los elementos arquitectónicos del libro de Ferdinand Bac fueron utilizados (portones, celosías, fuentes, jardines y puertas), Barragán, además, los mezcló con sus sueños, sus raíces mexicanas, y creó un espacio de espiritualidad e introspección en donde los jardines encantados representan un universo entero.
Jardín 17
Luis Barragán realizó numerosos viajes a lo largo de su vida y siempre se nutría de todo lo que observaba, sin embargo, aquel viaje por el mediterráneo (1942) fue el más crucial en su carrera. Cabe mencionar que al pasar del tiempo, el arquitecto fue reconocido como un espléndido paisajista ya que sus obras destacan por sus mágicas áreas verdes.