Jun Murata reconfigura un edificio de viviendas en el centro de Osaka para hacer de él un elemento arquitectónico renovado en función de su vieja estructura.
Después de 40 años la construcción padecía numerosas patologías. Para recuperar la descuidada fachada de hormigón –que había perdido uniformidad debido a los locales ubicados en la planta baja– y solucionar los problemas estructurales, la cubrió con un entramado de láminas de madera teñidas en color blanco.
En la zona hay edificios corporativos, fábricas y viviendas. Al norte se encuentra un parque y al sur un espacio abierto que hace las veces de estacionamiento.
El entramado vertical actúa como un opuesto visual a la horizontalidad del cielo y no solo sirve para mantener la privacidad, también para no exponer la superficie desigual y las nuevas instalaciones de la pared exterior. Fue creado a partir de un algoritmo en diseño paramétrico que generó numerosos patrones con distintas relaciones de apertura, tamaño de las persianas, peso, etc., hasta dar con una propuesta óptima, racional y eficiente.
Más de 300 rejillas verticales –cada una de 2.55 metros de largo, 30 milímetros de espesor y 75 milímetros de canto– se instalaron conservando una separación rítmica entre ellas.
Sus interiores minimalistas y su diseño neutro tienen la intención de ofrecer una amplia gama de posibilidades y adecuarse al estilo de vida moderno y a las modernas necesidades sociales.
Durante el día, la sombra lineal de las rejillas cambia drásticamente junto con la luz del sol. Por la noche, la iluminación indirecta del interior resplandece con sutileza al exterior del edificio.
La renovación pretende atraer a nuevos inquilinos en sus oficinas y viviendas que armonizan con el entorno urbano para conformar una presencia icónica.
Texto: México DESIGN
Imágenes: Jun Murata
Estas persianas están completamente lisas cuando se
bajan y se pliegan suavemente cuando se levantan.