Barroco, colonial, neoclásico. Un espacio repleto, lleno, abotagado de estuco dorado en las maravillas del Barroco novohispano que miles visitan en Puebla, una de las capitales de la arquitectura clásica en el mundo. Limpio, mínimo, natural, orgánico, donde la composición geométrica reina y de verde hay solo un detalle para Investabank de 2015, obra de ZVA Group, fundado en 1993 por Sergio Zepeda y Monique Veraart en Nueva York y establecida un año más tarde en Puebla, donde Isabel Lira realiza proyectos de arquitectura de interiores.
El Barroco novohispano y el mínimo escenario de proyectos como la Bolsa Institucional de Valores BIVA, CBRE Back Office o Korn Ferry mantienen algo en común: inspiración, amor a la arquitectura y respeto por la tradición. “Puebla es una ciudad con 2,600 edificios catalogados como históricos, muchos de ellos de cantera, argamasa, ladrillo y azulejos de talavera, características que se distinguen e identifican en todo el país. Esta riqueza arquitectónica ha moldeado la visión de su arquitectura moderna, donde se respeta lo viejo y se mezcla de manera elocuente con lo nuevo”, explica Isabel Lira, la creadora, apasionada por la simplicidad y la racionalidad contemporáneas, pero sin negar a los grandes clásicos culturales.
“No puede existir un diseño bello que no sea funcional. La clave para dar con el punto medio entre ambas cosas, para mí, es la simplicidad y la racionalidad. Este último es un concepto que retomo de la arquitectura de Mies Van der Rohe, donde se respetan las proporciones, la composición geométrica, la abstracción de elementos y la búsqueda de lugares racionales que formen un todo continuo, donde los espacios fluyan entre ellos y se integren al entorno”, comenta Isabel Lira, quien primero escucha atentamente las necesidades y los objetivos del cliente. “Concretar el gusto del interiorista y del usuario es un reto del cual depende el éxito del proyecto. Como arquitectos, tenemos la responsabilidad de persuadir al cliente para obtener los mejores resultados”.
Y de vuelta a la tradición, porque para la arquitecta los criterios en los procesos artísticos también son clásicos: “Una vez que los objetivos se establecen, pienso en la forma del espacio, en las circulaciones principales a fin de que la interconexión se realice; también analizo la iluminación y las vistas hacia el exterior para plantear una zonificación”, explica la arquitecta, parte de una firma con más de veinte años de experiencia en proyectos corporativos, comerciales, hospitalarios e industriales, con oficinas en Nueva York, Ciudad de México y Puebla, que la han posicionado entre las líderes en México y le han valido el reconocimiento internacional. “Cada época ha marcado una referencia en la forma de plantear la arquitectura. Sin embargo, existen criterios clásicos que continúan vigentes en la arquitectura contemporánea”.
Si en el Barroco es la iluminación la fuente del misticismo y la monumentalidad, quizá habría que pensar, siguiendo las reflexiones de Isabel Lira, en la “habitabilidad” como la esencia de la arquitectura actual. “No podría haber arquitectura si no se procura la habitabilidad. Entiendo la arquitectura como una herramienta para lograr un espacio habitable, el trabajo del arquitecto es interpretar esto correctamente”.
Esta entrevista forma parte de la edición 2018 de Insignias, de venta en Sanborns.
Texto: María Michel
Fotos: cortesía