La arquitectura de Nuño Mac Gregor De Buen escucha la respiración de los espacios y con la cadencia que percibe logra erigir obras que se sostienen con un sello estético y filosófico propio. En el libro homónimo, recientemente publicado por Arquine, se alojan los proyectos y palabras pensados por este despacho arquitectónico que ha sido galardonado con numerosos premios, entre ellos Trayectorias 2017 Ciudad de México.
“Las ideas que están detrás de nuestros proyectos son consecuencia de la forma en la que hemos entendido el espíritu del lugar, su escala y sus particularidades”, afirman con acierto los arquitectos de la firma en la introducción a unas páginas que transpiran pasión por una metodología de trabajo en la que la ética precede al ornamento.
Aurelio Nuño (1949), Carlos Mac Gregor (1955) y Clara de Buen (1954) han conformado en conjunto —desde que se conocieron en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana y decidieron compartir su desempeño laboral en 1984— uno de los despachos con mayor visión tanto arquitectónica como urbana en el país. Su perspectiva une todas sus piezas en una filosofía de la habitabilidad, con la utilización del espacio público urbano, un manejo adecuado de la luz natural, la funcionalidad de los materiales y la estructura, así como con el diálogo y negociación de todos los participantes, como afirma Jimena Hogrebe en su prefacio “Nuño, MacGregor y De Buen: ética y estética en balance”.
Entre grandes proyectos que fluyen con flexibilidad entre las barreras del tiempo, como el plantel del Colegio Alemán en Lomas Verdes, El Museo de Arte e Historia de Guanajuato y la línea A, la línea B y la línea 12 del metro de la Ciudad de México, Nuño, Mac Gregor De Buen habitan su presente con la suficiente lucidez como para transformarlo.
Texto: Mónica Hernández
Fotos: Óscar Valdez©