Un experimento moderno y minimalista de supervivencia natural, así es como el diseñador ruso Maxim Scherbakov define Plantscape.
El proyecto representa la relación entre la vegetación y las urbes creadas por el ser humano, muestra a su vez la naturaleza de la planta y su supervivencia en ambientes hostiles.
El resultado de este experimento es un sistema de macetas, un polígono con múltiples escenarios donde las plantas tienen que crecer, adaptarse, entrelazarse y encontrar su propio camino.
Scherbakov logra un fenómeno “natural” a través de una cuidada selección de colores neutros. Los módulos de concreto y bronce se inspiran en la estética de la arquitectura postsoviética, abandonada, gris y con rincones en donde aparentemente nada puede crecer.
Espacios vacíos entre grandes rascacielos, estructuras que a veces hacen de nubes, calles de pavimento y desagües escondidos fueron en esencia la inspiración detrás del proyecto.
Texto: México DESIGN
Imágenes: Maxim Scherbakov