Los diseñadores de interiores son capacitados para decorar o ambientar algunos espacios, para que así sea de mayor agrado estar en el mismo. Sin embargo, hay ocasiones en la que algunos diseñadores pueden cometer ciertos errores, ¿Cuáles podrían ser?
Empezamos por el color, existen lugares con poco espacio, mayormente son salas o baños. Para estos espacios reducidos no es recomendable el uso de colores fuertes o muy vibrantes, ya que por percepción óptica se ve más pequeño de lo que ya es el lugar. La recomendación es el uso de colores claros, como salmón o blanco. También está el sobrecargar el lugar, ya sea con imágenes o plantas, que son utilizadas como objeto decorativo. Si se sobrecarga el lugar se reducirá el espacio, que puede hacer falta para el uso del o los habitantes del lugar.
Aunado a esto, tenemos la mala distribución. Los diseñadores deben analizar bien el espacio a decorar y así sugerir al cliente lo que iría acorde al sitio, para así encajar todo de una forma en la que sea agradable tanto a la vista como al estar ahí. Por ejemplo, la ubicación de los muebles o escritorios, que son objetos grandes que deben posicionarse en un buen sitio. Además, tenemos el mezclar mal las texturas, es decir, el diseñador no debe hacer unos de tantas texturas en el ambiente, ya que esto distorsionaría la armonía de la decoración y no se sabría bien qué estilo se habría empleado.
Por último, están 2 errores que no se pueden dejar pasar por alto, el primero es hacer uso de lámparas muy llamativas en sitios cerrados, porque esto abrumaría un poco, el otro y muy importante es no escuchar al cliente, debido a que el lugar a ambientar será un sitio recurrente de esa persona y lo más posible es que desee que sea un lugar acogedor, en el que se pueda sentir tranquilo y a gusto.
Texto: Luis Enrique