Te damos la bienvenida a la última entrega de nuestro reportaje de la Trienal de Brujas de Arte y Arquitectura 2018. En esta entrega concluiremos reseñando una tripleta de intervenciones arquitectónicas que merecen la pena que veamos y comentemos.
La primera de estas es la torre Lanchals del arquitecto neoyorquino John Powers.
Durante toda esta celebración, la torre Lanchals será la encargada de guiarte al centro de la ciudad. Esta estructura de quince metros de altura se sumará a la lista de lugares magníficos—y vaya que abundan en Brujas— para detenerse a hacer una fantástica foto, pues el panorama se enmarca con la hermosa hilera de fachadas típicas a tan solo unos pasos del canal.
Para crear Lanchals, John Powers se inspiró en la rica historia y el folclore de Brujas. El arquitecto se encargó de recuperar la leyenda que rodea al personaje histórico de Pieter Lanchals, un antiguo consejero del archiduque Maximiliano de Austria que fue asesinado en el siglo XV durante un levantamiento civil en defensa de intereses ciudadanos. Cuando el orden fue restablecido, y como recordatorio de lo que sucedió, la ciudad habría de ser obligada a mantener cierta cantidad de cisnes vivos y libres de transitar por las aguas de sus canales.
Los cisnes blancos siguen siendo parte del paisaje urbano actual en la ciudad de Brujas, por lo que Powers ha construido una escultura de varios metros de altura con la forma de un cuello de cisne (aunque también nos recuerda a la imagen de una columna vertebral o incluso a un tornado), con módulos cuidadosamente apilados.
Cada bloque de construcción usado para la instalación es un solo módulo, una parte equivalente del conjunto. Los diferentes bloques de color cobrizo se sujetan entre sí y están orientados hacia el cielo.
Toca el turno de llevar nuestro recorrido nuevamente al agua con la instalación Acheron I.
Todo paseante que en su deambular por Brujas llegue al Canal Langerei se enfrentará de cara con esta estructura en medio del agua y su sugerente portezuela que conduce a un lugar incierto. Una experiencia mental que vale la pena realizar en nuestro recorrido por esta ciudad.
Acheron I es el título de esta instalación ideada por el artista Renato Nicoldi, en la que explora la relación entre nuestra sociedad y el inframundo mitológico. El nombre Aqueronte deriva de la palabra griega «Achéron», que se puede traducir como “el río del dolor”. Aqueronte es el nombre de un río al noroeste de Grecia que fluye parcialmente bajo tierra. Sin embargo, también es el nombre del mítico río por el cual transitaban las almas de todos los muertos que se dirigían al (infra)mundo subterráneo para llegar al que habría de ser su destino eterno.
Para la Trienal, Nicoldi preparó esta obra que materializa la transición. El diseño de la pieza busca que el espectador reflexione sobre la conexión entre la vida y la muerte al ver la superficie del agua como límite. La escultura es al mismo tiempo un puerto, una entrada y una puerta entre el presente, el pasado y el futuro.
La instalación arquitectónica con la que cerraremos hoy será el puente Brug.
El centro de Brujas cuenta con numerosos puentes que atraviesan los canales y conectan los barrios entre sí. Pero el Brug («puente» en neerlandés), del escultor polaco Jaroslaw Kozakiewicz, hace una interpretación contemporánea con una función diferente. En lugar de ladrillos de piedra, el artista utiliza perfiles metálicos y lonas para crear un puente que permite al usuario llegar a la otra orilla.
Esta mezcla entre puente e instalación tiene el propósito de llevarte a la plaza donde se localiza la estatua Níobe, del gran pintor y escultor belga Constant Permeke, un lugar excelente para relajarse y, por supuesto, tomarse una buena foto. Eso sí, el paseante deberá regresar por este puente si quiere volver a la urbe transitable. De esta forma, el artista polaco se aseguró de que su instalación propiciara alternativas para que la gente se encuentre y se cruce en el camino de otros para —¿por qué no?— entablar conversación con un desconocido.
El diseño de la construcción se basa en un sistema proporcional en el que cada punto de intersección de dos líneas refiere a uno de un rostro humano. Cada esquina y conexión son una instantánea de un movimiento, como dos caras que se acercan y simbolizan mediante la geometría el encuentro mutuo de dos seres humanos que se reconocen.
Con esta última instalación cerramos nuestro reportaje de la Trienal de Arte y Arquitectura 2018. Esperamos que este recorrido fotográfico por la ciudad de Brujas te haya seducido para visitarla próximamente. Bélgica es un lugar que guarda ciudades magníficas, y la Trienal de Arte y Arquitectura es el pretexto perfecto para que viajemos a conocer esta fabulosa ciudad.
Esperamos tus comentarios diciéndonos cuál de todas las instalaciones comentadas fue la que te gustó más.* Quédate con nosotros en México Design para próximas coberturas de los eventos más importantes de arte y arquitectura a nivel internacional.
Texto: Kevin Cárdenas
Fotografías: ©Iwan Baan, ©Matthias Desmet
*Aquí te dejamos los enlaces para leer las entradas primera, segunda y tercera de este reportaje.