El amor al buen diseño es un rasgo que define a Andreu World, marca que a lo largo de casi 60 años ha respondido a las necesidades de sus usuarios brindando soluciones estéticas y prácticas en mobiliario.
Para Andreu World es tanto importante la globalización de sus productos como mantener su esencia local, además de valorar el trabajo artesanal y el de los diseñadores que han colaborado en la elaboración de sus magníficos trabajos. Bajo estos preceptos, la manera de diseñar surge de lo más íntimo: un gesto en apariencia sencillo y natural.
El diseño siempre está en constante evolución, reinventándose a sí mismo. Para crear una pieza innovadora hay que voltear a ver lo que vino antes de ella. La excelencia se alcanza cuando una obra es capaz de declinarse, reinterpretarse sin dejar de lado la fuerza de sus orígenes.
Así nace Flex Chair, como una evocación natural, como una serie de círculos concéntricos que crea una gota al caer en un estanque, como aquel gesto aparentemente simple del viento al mover las hojas de los árboles.
Creada por Piergiorgio Cazzaniga, diseñador italiano con una importante proyección internacional, así como responsable de algunos de los productos más emblemáticos de Andreu World, Flex Chair es el resultado de una expresión temporal en distintas series y variaciones, en una gama que raya en lo infinito de acabados.
La colección está conformada por sillas, sillones y banquetas, que pueden estar compuestos por una carcasa de termopolímero o tapizados, combinadas con bases de madera o metálicas, adaptables a diferentes usos, tanto públicos y privados, en cada una de las medidas que poseen las series que forman la familia: Flex Chair, High Back y Corporate.
Dueña de una versatilidad sin comparación, Flex Chair puede integrarse a prácticamente cualquier ambiente: la estancia de una casa, en la barra de un café citadino, la terraza de un restaurante, una mesa de trabajo en una oficina. Flex Chair es siempre cómoda, ligera y atemporal.
Texto: Yaheli Hernández
Fotos: cortesía Andreu World