“En una calle lloviznada descansé / en un pueblecito enhierbado / tomé té con una mujer / sus sentimientos fluían / como el murmullo del agua”, escribió hace casi cien años el poeta japonés Junzaburo Nishiwaki, versos que vienen a cuento ¿o a poema?, ahora que observamos Casa Cachai, el proyecto terminado este 2018 y diseñado por César Flores y Mikel Merodio, de taller paralelo.
Un espejo de agua, una calle lloviznada, da la bienvenida y otorga contundencia, armonía y estilo a la residencia ubicada en Bosques de las Lomas, en Ciudad de México, con más de 700 metros cuadrados, enmarcada con la solidez del concreto, el acero y la madera, pero vuelta creación delicada y sutil por sus detalles artísticos, como la escultura en rojo que parece flotar, junto a la escalera, sobre el estanque, o la enorme figura de un toro sobre un jardín zen.
Tres niveles integran exterior e interior en esta casa que combina arquitectura contemporánea y toques orientales. De abajo hacia arriba, los espacios privados y sociales conviven alrededor de un patio con un guayabo japonés, el pueblecito enhierbado donde se escucha, todavía, el murmullo del agua del singular mezzanine, donde nada tranquilo un pez koi.
Además del singular estilo de este proyecto, ejemplo de la visión de taller paralelo, siempre innovador, creativo, propositivo y práctico, el espacio cuenta con energía solar, planta potabilizadora de agua pluvial y de tratamiento de aguas negras, un paso adelante en el cuidado del medio ambiente.
Un salón de juegos que puede convertirse en una suite para invitados. Espacios con divisiones apenas perceptibles para animar la convivencia. Aireados lugares tan privados como el baño. Un columpio bajo una pérgola. Líneas de sombras y luces diferentes a cada minuto, siguiendo el sol, creadas a partir de persianas de madera. Enormes ventanales para la meditación, y quizá también, para dejar fluir los sentimientos…
Texto: Dolores Garnica
Fotos: Rafael Gamo