Fue una noche regia la del 25 de junio de 2019. Se entregó el premio Trayectorias 2019 Monterrey en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey MARCO a tres arquitectos: Agustín Landa Verdugo, Agustín Landa Vértiz y Agustín Landa Ruiloba. Ellos comparten nombre, apellido y el talento arquitectónico suficiente para transformar a una ciudad como Monterrey en tres generaciones.
La tarde comenzó con un recorrido por “Axiomas para la acción” de Carlos Amorales. Después por la exposición efímera que las firmas Landa + Martínez y Landa Suberville montaron en el mezzanine del museo con las maquetas de sus proyectos más representativos. A las siete de la noche el auditorio ya estaba rebosante de invitados: amigos, familiares y muchos arquitectos. “Este es un homenaje a la trayectoria y a las personas que han dedicado su vida en pro de la arquitectura. El legado de Landa es y será la inspiración para muchos. Una gran firma orgullosamente regia, siempre fiel a sus ideologías,” expuso el director de Grupo México DESIGN, Rodrigo Noriega, en la bienvenida.
Ya estaban los panelistas acomodados y solo les faltaba el micrófono. El arquitecto Rolando Martínez Rodríguez, socio de la firma, comenzó el diálogo de expertos en torno a la obra de los tres Landa con referencias a Agustín Landa Vértiz: “En cuanto a la enseñanza de la arquitectura, podemos creer que el legado de Agustín Landa es una tradición. Él fue el principal precursor para la creación de la Cátedra Blanca en el Tec de Monterrey. Siempre estuvo interesado en que sus estudiantes aprendieran de él. En Landa + Martínez somos muy consecuentes de este legado, esta tradición. Estamos muy orgullosos de lo que estamos haciendo y muy seguros de a dónde queremos llegar”.
Trayectorias 2019 Monterrey
Tocó turno a nuestro premio Trayectorias del Mayab 2018, Augusto José Quijano Axle: “En este caso Agustín y Agus realmente son dos personajes. Creo que son personajes que transmiten el amor y las ganas de hacer bien las cosas. Para hacer cosas buenas, para hacer buena arquitectura, deben ser personas buenas, esa es la contundencia de los buenos valores”.
El arquitecto Félix Sánchez Aguilar, por su parte, puntualizó que a Agustín Landa Ruiloba “no le costó trabajo decidir estudiar arquitectura, contaba ya con un gran maestro, su padre. Muy pronto aprendió del orden y del dibujo como lenguaje, que la arquitectura es un proceso creativo para resolver problemas, que existimos para resolverlos, no para crearlos. La arquitectura es un arte, pero que se usa y vive. Agustín entendió que esa era la actividad y que había que meterse en los campos del arte, la ciencia y la técnica. Es decir, habitar el mundo de lo subjetivo y lo objetivo y entender que nunca un problema de arquitectura puede ser debidamente acotado y mejor aún, que nunca habrá una solución única, y eso es lo que hace de nuestra actividad algo fascinante”.
La arquitecta Marcela González retomó la vocación por la enseñanza de Agustín Landa Vértiz: “Siempre creyó en cada uno de sus alumnos. Mantenía la claridad sobre qué era lo que podíamos lograr. Decía que para ser un buen arquitecto había que analizar y leer sobre lo que ya se había hecho y crear una interpretación propia. Tenía una frase que repetía constante: ‘La arquitectura no es un ejercicio gratuito a la originalidad, es un proceso histórico’. Me emociona ver en cada edificio de alumnos y ex alumnos esos destellos de Agustín”. Antes de la premiación, el arquitecto Roberto Romero destacó que “Agustín enseñaba con el ejemplo. Quería que te encontraras a ti mismo y que hicieras una arquitectura basada en un concepto muy fuerte. Para él siempre fue muy importante la formación de los maestros. Tenía esa preocupación constante”.
La premiación
La noche regia terminó con un inspirador y emocionante discurso de Agustín Landa Ruiloba al recibir el premio Trayectorias 2019 Monterrey de manos de Rodrigo Noriega, Oscar Bulnes Valero (Premio Trayectorias 2018 Monterrey) y Adán Lozano (Trayectorias 2017 Monterrey): “Mi abuelo y mi padre me enseñaron a ser una persona muy sencilla, muy ordenada, muy honesta, muy sensible a la arquitectura. Sé que si no tuviera esa herencia que tuve, ese equipo, no sería absolutamente nada. Gozo al despertarme a las seis de la mañana para ir a dar clase y compartir con los estudiantes lo que sé.” La noche, en la capital regia, se despidió con un buen trago de tequila mientras se agradecía a los patrocinadores: Crest, Stona, Perdura Stone y Tutto Pelle.
Texto: Ana Karen Sandoval y Dolores Garnica
Fotos: Marvin Valero