La obra pictórica de Liliana Gálvez Heras revela la pulsión cotidiana del presente. Los momentos que logra paralizar con la fuerza de su técnica derivan en una cuasi meditación a partir de los detalles desapercibidos. “Lo que pinto es el reflejo de lo que veo y lo que vivo en mi país o fuera de él, es un reflejo de mi vida, de mi búsqueda personal”.
Las imágenes, húmedas y distorsionadas en las colecciones “Temporada de huracanes” y “Calentamiento global”, hacen referencia al fenómeno de cambio climático desde el entorno hogareño de Liliana: Querétaro. Sus cuadros figuran instantes que sobrepasan la crítica social con una estética hiperrealista y médula conceptual minimalista que recuerda a la literatura de Raymond Carver.
La inquietud personal de Liliana desemboca en su constante exploración de técnica pictórica: “Los materiales dependen de lo que voy a pintar. Llega un punto en donde no puedo avanzar más con el mismo soporte y los mismos materiales plásticos, entonces doy un giro. Estoy en la búsqueda, en el cambio”. Tal es el caso de su Selfie, en la que recurrió a un método que denomina pintura tridimensional, generada a partir del óleo encapsulado en resina cristal, en la que el concepto base es “el reemplazo del retrato clásico”.
Este 23 de noviembre, Impulso Galería inaugura una muestra de su obra pictórica “En Transición”, conformada por 14 piezas cuya diversidad técnica demuestra que para Liliana, la vida también es una piedra gastada que vale la pena ser contemplada.
La exposición, que tendrá duración de un mes, se inaugura este 23 de noviembre a partir de las 19:30 horas.
Fotos: cortesía de la galería.