La arquitectura bioclimática de Héctor Delmar fue la protagonista de nuestra sección Hábitat, en la Edición 53 de México DESIGN. Ante la necesidad de crear nuevos acercamientos al diseño que sean responsables con el medio ambiente, el arquitecto propone soluciones concretas para los profesionales. La arquitectura bioclimática es el eje rector de HDA, la firma que fundó en 2011. Te invitamos a conocer todos los detalles de su trabajo en la siguiente entrevista.
Cuando comienzas la planeación de un proyecto, ¿en qué elementos piensas primero?
Alguna vez el reconocido arquitecto australiano Richard Leplastier, a quien admiro mucho y fue mi maestro me dijo: “the land comes always first”. Es algo que se me quedó en la memoria. Yo comulgo con la idea de que la arquitectura debe entrar en simbiosis con el lugar en donde está. Y en la medida de lo posible regenerar el entorno natural, lo que siempre me hace analizar el sitio primero. Si conoces bien la historia del sitio y conoces bien la historia del usuario que te encarga un proyecto arquitectónico puedes contar una nueva historia donde ambos conviven en armonía. Glenn Murcutt me dijo alguna vez “la mejor arquitectura es la que sabe en donde está y para quién esta hecha”. Por ahí es donde empiezo, con dibujar y analizar el sitio y la actividad que se va a dar ahí.
¿Cómo comienza tu trabajo de investigación en la realización de un proyecto con arquitectura bioclimática?
La forma en que nosotros los arquitectos analizamos e investigamos es mediante el dibujo y las maquetas. A diferencia de otras profesiones que utilizan otras metodologías y se apoyan de otras herramientas, nosotros investigamos y entendemos las cosas mediante el dibujo y modelado. Así es que eso es lo que hago. Dibujo el impacto del asoleamiento dentro de los espacios, dibujo cómo se la dirección del viento dentro del predio e intento entender la conexión que tendrán los espacios con su entorno. Si es un entorno urbano dibujo el contexto, si es un entorno natural dibujo las formas que rodean el predio como las alturas de los arboles, la topografía o las vistas de las cuales quisiera que la arquitectura se apropiara.
Una vez dibujadas las intenciones y relaciones entre la arquitectura y el contexto, hacemos modelos y maquetas para intentar corroborar que lo que analizamos y dibujamos se cumple. Las maquetas ayudan mucho a corregir errores y mostrar cosas que el dibujo tal vez no alcanzó a representar.
Cuando das consultoría para renovaciones sostenibles en edificaciones existentes, ¿qué es lo que más te interesa comunicar?
Me interesa hacer que el edificio regrese a su primera intención de diseño y partir desde ahí. Busco qué podemos modificar en su estrategia de arquitectura bioclimática para hacerlo más eficiente. Complemento sus elementos arquitectónicos para reducir el uso de elementos mecánicos que controlen el confort interior. Muchas veces eso implica generar vanos para ventilar naturalmente, añadir o remover elementos de sombra adecuados conforme a su orientación para controlar la radiación solar, entre otras cosas.
¿Cómo llegas a conocer de la arquitectura bioclimática y sustentable, y qué significa para ti construir de esta manera?
Yo estudié una maestría en sustentabilidad en Australia, donde te enseñan conceptos y técnicas básicas en la materia. Esa experiencia a mi me ayudó a encontrar un hilo conductor en la forma de pensar y hacer arquitectura. Me rodeé de arquitectos que están más interesados en cómo hacer arquitectura eficiente que en hacer formas complejas en la computadora. Amigos y profesores me contagiaron el gusto por una arquitectura honesta, donde de la personalidad del arquitecto se deja en segundo plano por intentar comprender que es lo que el sitio y el usuario necesitan.
Para mí, el diseño bioclimático o sustentable no es más que buen diseño. Me gusta saber que lo que proyecto tiene un conocimiento detrás que le da sentido. Algunos pueden llegar a comprenderlo y otros no, pero sé que no son decisiones sin fundamento o basadas en una ocurrencia, sino que son respuestas a necesidades concretas del medio ambiente y el usuario. Esto me ha dado una respuesta muy satisfactoria de mis clientes, lo que me hace muy feliz y me motiva a seguirlo haciendo.
¿Crees que la arquitectura bioclimática ya está presente de forma significativa en México?
Siempre ha estado presente. En México hay excelentes arquitectos que entienden estos conceptos aunque no los hayan estudiado en una maestría de ciencias del diseño. Hay quienes lo traen por sentido común, y me he dado cuenta que los arquitectos que más admiro de México y el mundo son los que piensan y diseñan así. Los mejores arquitectos dibujan, entienden el sitio, experimentan con materiales, entienden al usuario, se cuestionan y dan respuestas a problemas concretos. El mismo Luis Barragán conocía y entendía a la perfección como dar confort y exaltar emociones mediante el diseño del paisaje, el entendimiento de la luz y el color, los recursos para ventilar, asolear, aislar, etc.
En el escenario de cambio climático que enfrentamos hoy, ¿cuál crees que debería ser la labor de las y los arquitectos?
Definitivamente lo más importante es tener conciencia y actuar con responsabilidad. Debemos estar informados y entender las consecuencias de nuestras acciones como arquitectos. En el entendido de que ser 100% sustentable o ecológico implica modificaciones radicales de hábitos alimenticios y otros factores que tal vez muchos no están dispuestos a hacer. Sin embargo, por lo menos hay que reducir el impacto al planeta desde nuestra profesión. La industria de la construcción es la responsable de mas del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero, así que nos corresponde actuar con responsabilidad. Diseñar cajas de cristal herméticas que requieren un alto consumo energético para enfriarse y calentarse, o integrar materiales ajenos al lugar o con alta energía embebida es algo que debe cambiar.
Debemos combinar las nuevas tecnologías con conocimientos vernáculos de diseño bioclimático para hacer edificios más eficientes en las ciudades modernas. No es tolerable que en la era de la información nos consideremos ignorantes y sigamos construyendo como se hizo durante el siglo XX, sin entender los impactos que causa la industria.
Texto y entrevista: Selene Flores
Imágenes: Jaime Navarro, Luis Gordoa y Graham Milligan