El agua tiene memoria. Escuchamos este principio cuando se inunda esa calle por donde hace muchos años corría un río. El agua tiene memoria pero también creatividad e imaginación, eso lo deja claro El Pabellón del Agua, que reúne la arquitectura con agua y el arte urbano, creación de los estudios de arquitectura Apaloosa y Simetría, ubicada desde hace meses en la Colonia Del Valle en Ciudad de México.
“El agua ha definido desde nuestra manera de alimentarnos hasta la manera en que vivimos nuestras ciudades, así como la plástica y materiales constructivos para protegernos de ella”, explican los creadores de esta pieza en acero que permite al agua una libertad creativa única, la de correr, oxidar y transformar un eco-ducto que alberga un aula para talleres, un baño y una bodega. “La oxidación del pabellón será lo que las flores para el eco-ducto, el triunfo irrefutable de la naturaleza sobre las tectónicas”, comentan las firmas participantes. Apaloosa Estudio de Arquitectura y Diseño y Simetría Estudio de Arquitectura, las dos ubicadas en Chiapas.
El Pabellón del agua
Luis Armando Gómez Solórzano, Emmanuel Coutiño Netro, Víctor Ernesto López Cordero y Giancarlo Reyes Olguín. Los nombres de los elementos creativos del equipo que diseñó y construyó esta estructura que ya se rige como ícono en su comunidad. Un pabellón soportado por pilotes perimetrales para vincularse con la ciudad, y tres planos girados hacia el cielo sobre su vértice para establecer una singular relación entre el vacío y el entorno y desdibujar el interior del exterior. “El volumen se forma del límite del predio que emerge desde un punto para provocar la accesibilidad por el área de exposiciones. Es un sitio que enmarca la traza urbana y respeta el flujo colectivo, así como el paisaje urbano a través de paneles elevados”, explican los ideólogos de este nuevo espacio.
Texto: Dolores Garnica
Fotos: Jaime Navarro