José Manuel Gómez Vázquez Aldana
El ocaso tapatío marcó el comienzo de Trayectorias Guadalajara 2016. El Instituto Cultural Cabañas y la revista México DESIGN aguardaban pacientemente a sus invitados, que entre saludos y un recorrido por los patios de este recinto llegaban a ocupar sus asientos.
Mientras, el arquitecto José Manuel Gómez Vázquez Aldana lucía emocionado y no podía ocultar la sonrisa que le producía reencontrarse con amigos y colegas de antaño.
El recuento de anécdotas comenzó con las palabras del ingeniero Enrique Dau Flores, quien se refirió al homenajeado como un hombre polifacético y principalmente un promotor social además de entrañable amigo.
Por su parte, Marcos Salame y el reconocido Javier Sordo Madaleno enviaron videos para expresar su sentir por el arquitecto. “Es imposible hablar de la historia de la arquitectura en México sin hablar de ti”, dijo Sordo Madaleno, para después recordar los proyectos en que los dos han colaborado.
Pudimos además ver un rostro distinto de Gómez Vázquez Aldana al escuchar las palabras de sus hijos, quienes son además sus socios dentro de una firma que sigue perfilándose como una de las más importantes a nivel internacional: GVI. Ambos coincidieron en que el mayor reconocimiento para José Manuel Gómez Vázquez Aldana era por ser un excelente padre, maestro y compañero. Entre sentidas anécdotas y grandes enseñanzas compartieron con los invitados una de esas facetas que se perciben en su obra, pero que pocas veces se cuentan. Juan Carlos y José Manuel hicieron vibrar la sala con las emociones que desbordaron en cada palabra dirigida a su papá.
Llegó el turno de Rodrigo Noriega –presidente de México DESIGN– de hacer entrega del merecido reconocimiento para dar pie a las palabras del homenajeado.
Su discurso se centró en el agradecimiento: a su alma mater la Universidad de Guadalajara, a sus hijos y ahora socios, a su amada esposa Cuquis y a sus maestros, colegas y compañeros de una vida dedicada a la arquitectura. Para él, dijo, recibir el galardón además de ser un honor es una enorme responsabilidad: con su trabajo, con su familia y con el país, el compromiso de seguir trabajando con los mismos principios que han hecho de GVI la firma que es ahora.
Concluyó la noche con un brindis donde allegados al arquitecto José Manuel Gómez Vázquez Aldana festejaron que esa magnífica noche conmemorara la obra de un gran arquitecto y, por sobre todo, un gran ser humano.
Texto: Carlos Vicente Castro
Imágenes: México DESIGN