Casa Decu: Intimidad, memoria y cercanía

México DESIGN / Edición 48 

“Imaginarios del futuro”

Hablar de propuestas en hotelería y hospedaje en la Condesa es un tema complejo, ya que es una de las colonias en la capital del país con mayor tradición y variedad en este rubro. Tanto para viajeros como para locales, la Hipódromo Condesa es el lugar perfecto para encontrarse con aquellos aires del México moderno de las primeras décadas del siglo pasado y verlos convivir con la pujante y a veces desinteresada contemporaneidad. Es a partir de esta experiencia que surge una de las encrucijadas en el tema de la hotelería y en general, la arquitectura de la zona: los arquitectos, diseñadores e interioristas se debaten entre preservar y restaurar inmuebles con valor histórico o dar paso a la vertical y cristalina estética actual.

Casa Decu se sitúa justo en el centro de esta problemática, por lo que nos plantea una vía alterna que recupera el valor histórico y artístico de la finca y del barrio donde se encuentra, a la vez que nos presenta una perspectiva inteligente y renovada de la hospitalidad. El edificio Culiacán, construido en la década de los treinta, ostentaba en sus mejores años un olvido se fue borrando de la ciudad, dejando atrás el esplendor que lo caracterizó. Es hasta 2017 cuando el grupo hotelero Nice to See You decide detener el fatídico destino del edificio y encargarle al despacho arquitectónico taller paralelo, junto a los interioristas Arroyo Solís Agraz, desarrollar Casa Decu.

El equipo creativo decidió preservar el estilo del edificio: un art déco plagado de referencias nacionales, al que añadió su toque de diseño contemporáneo para hacer más acogedora y cálida la estancia del huésped. En primera instancia, taller paralelo se dio a la tarea de investigar sobre el edificio considerando tanto aspectos históricos como arquitectónicos, para reconocer los límites de su proyecto y saber qué podía restaurar y dónde era necesario remodelar a fin de adecuar a las necesidades del hotel, siempre anteponiendo un gran respeto hacia la esencia histórica y estilística del inmueble.

Los diseñadores e interioristas han aprovechado los principios del art déco, que no limitó su estética a lo arquitectónico, y han aplicado en cada detalle del hotel la experiencia de revivir un tiempo que parecía esfumado, añadiendo el confort y las propuestas del diseño mexicano actual. Desde los detalles en los pisos y el mobiliario hasta el cuidado arquitectónico e incluso la tipografía de su sitio web, buscan enriquecer la experiencia del huésped de principio a fin.

Casa Decu ha procurado espacios de esparcimiento como la recepción y el roof garden, donde los huéspedes tienen un primer acercamiento a la vida de la Ciudad de México a través de una relación tangible y relajada con la gastronomía local mientras disfrutan de las vistas que circundan al hotel. En lo que concierne a los espacios privados y de descanso, han acondicionado sus 27 habitaciones con un interiorismo personalizado que fortalece el ambiente de calidez. Para visitar las variadas ofertas culturales, gastronómicas y de esparcimiento de la colonia Hipódromo Condesa, Casa Decu propone paseos en bicicletas que pone a disposición de sus huéspedes.

Es así como podemos entender dónde radica la diferencia de Casa Decu frente a las otras tantas propuestas de la zona. El proyecto cobra sentido a partir de la reintegración arquitectónica y simbólica del edificio a la ciudad, como una visión de las posibilidades de interacción entre historia, hospitalidad y arte. Casa Decu es el enclave perfecto para quienes desean recorrer la Ciudad de México desde la intimidad, la memoria y la cercanía.

Texto: Raúl Rueda

Fotos: cortesía

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