El diseño biofílico tiene su base en la biofilia, término acuñado por el biólogo Edward O. Wilson, quien desarrolló el concepto sobre cómo las personas estamos vinculadas a la naturaleza y cómo este contacto es esencial para un desarrollo psicológico y físico. Así mismo, y bajo la misma premisa se incorpora en el diseño, creando un sistema de gestión y desarrollo de entornos fundamentados en que la naturaleza puede convertirse en un recurso para crear un ambiente de bienestar.
The Helix, Virginia
En ese sentido, el diseño biofílico trata de recrear la naturaleza de los edificios en los que se habitan, incorporando elementos de la naturaleza, tanto al interior de los espacios como en los exteriores. Dice Frederick Law Olmsted (1865) “… el disfrutar del paisaje emplea la mente sin fatigarla; aún así la ejercita, la tranquiliza y la anima..”, así que, con esta propuesta, se puede reducir el estrés, mejorar las funciones cognitivas y estimular la creatividad.
Esta tendencia ha cobrado fuerza en los últimos años, como consecuencia de cómo la humanidad se ha alejado de la naturaleza, por lo que ahora se busca regresar a ella y reconectar. Tanto en oficinas como en la casa. Se construye bajo los 14 patrones de diseño biofílico, que se agrupan en tres grandes características:
La naturaleza en el espacio
Esta se refiere a la presencia directa, física y efímera de la naturaleza en el espacio. Esto incluye plantas vivas, agua y animales, así como estímulos sensoriales, como los sonidos y los aromas. Algunos ejemplos comunes incluyen plantas de interiores, comederos de aves, juegos de agua, etc. Sin embargo, las experiencias más fuertes de la Naturaleza en el espacio se consiguen a través de la creación de conexiones directa y cargadas de significado.
Aeropuerto internacional de Singapur, Changi
Analogías Naturales
Estas abordan representaciones orgánicas de la naturaleza. Se refieren a objetos, materiales, colores, formas y patrones que simulan la naturaleza y que se manifiestan como arte u ornamentación, mobiliario, decoración y textiles.
Por último, la naturaleza del espacio se refiere a las configuraciones espaciales de la naturaleza. Las experiencias más fuertes de esta categoría se logran creando configuraciones espaciales deliberadas y atractivas que obliguen a mirar más allá, siguiendo patrones de la naturaleza a través de una vista abierta a la distancia, refugio o misterio.