Guillermo Flores encontró su inspiración en las imágenes que ilustraron su niñez: “mi fascinación por el arte botánico lo adquirí desde pequeño gracias a las enciclopedias que teníamos en casa; en particular un libro sobre aves y su hábitat, que era mi favorito”. Desde entonces, las imágenes fantásticas que siempre poblaron su mente comenzaron a tomar vida en piezas gráficas.
En mayo del 2010 funda Orbeh Studio, despacho con el cual se ha desarrollado en las áreas de dirección creativa, arte, diseño web, web mobile, maquetación, ilustración, branding, identidad y fotografía, siempre con la necesidad de plasmar visualmente sus ideas: “aprecio bastante que la experimentación gráfica da la posibilidad de intentar, equivocarte y comenzar de nuevo”.
Sin embargo, su inquietud artística no se sacia con el soporte visual, pues también se extiende al ámbito musical con el proyecto El Lázaro. “Me permite canalizar experiencias y equilibrar mi vida. La música, para mí, es algo imperativo y fundamental: está presente todo el tiempo, a diferencia de mi proyecto gráfico, que parte de una necesidad de investigación”.
Esa curiosidad infantil por ilustraciones antiguas llevó al creador de Orbeh Studio “casi por accidente” a encontrar una pasión profesional para toda la vida. En el camino de la creación gráfica que parece no agotarse, ha trabajado para empresas nacionales y extranjeras como Cirque du Soleil, NIKE, Grupo Expansión y Grupo Vidanta; asimismo, ha sido publicado en revistas nacionales e internacionales como Mokamag (Francia y Suiza), FUSION Magazine (El Paso, Texas), BG Magazine (Ecuador), CREAM magazine, PICNIC, y recientemente en la edición 48 de la revista México DESIGN©.
Siluetas anatómicas fusionadas con figuras botánicas y máquinas antiguas, así como animales vivaces en colores brillantes, sobresalen en sus creaciones gráficas que nutren su vida y los numerosos proyectos y exposiciones que ha realizado, además de las marcas con quienes la colaboración ha sido clave.
Larga vida a Orbeh Studio, y a todos los proyectos con vida propia.
Texto: Mónica Hernández Mendoza
Fotos: cortesía de Orbeh Studio©