Manuel Herrera Gil es, además de arquitecto, un apasionado de la literatura, las artes visuales, el pensamiento filosófico y el conocimiento científico. Tiene 25 años de trayectoria y hace siete que fundó el Taller DIEZ 05 en Veracruz. “Hacer arquitectura es saber pensar —menciona el arquitecto— y para ello es muy importante tener conocimiento de las artes y aplicar en cada proyecto las ideas que surgen a partir de un pensamiento que se nutre de todo, como el ‘hombre universal’ davinciano”.
“Lo importante es entender la ciudad y, sobre todo, al usuario, entender para quién lo estamos haciendo y la parte social: quién necesita estos espacios.” – Manuel Herrera Gil
“En el Taller tenemos dos puntos de partida: primero, la idea de contener un espacio; para ello se necesita una poética del espacio. No me refiero a los versos como tales, sino a una metodología con la que nosotros, al crear un espacio, podemos utilizar muchos elementos de la poesía: analogía, metáfora, parábolas… Todo esto que, lingüística o literariamente, ayuda a desarrollar un escrito, a nosotros nos da el punto de partida, la razón de ser de cada proyecto arquitectónico”.
También hay que tener un orden: observar, investigar, experimentar, revisar. Trabajar alrededor de un tema, comprenderlo desde distintos ángulos, entender las necesidades del sitio, del usuario, analizar y encontrar las claves, la parte poética, la conceptual, el clímax: las palabras, que luego se traducen en diagramas y dibujos donde se reflejan la luz y el aire.”
“Hemos tenido diversas experiencias con proyectos sociales, como una casa para los abuelos, donde las sonrisas que nos ofrecieron fue lo más gratificante; una estación de bomberos, donde tomamos en cuenta los bajos salarios y la cantidad de tiempo que los bomberos debían pasar ahí; un jardín funerario, donde las cuestiones filosóficas respecto a la vida y la muerte tuvieron gran relevancia. Una plaza pública de la que la gente se ha apropiado… Lo importante es entender la ciudad y, sobre todo, al usuario, entender para quién lo estamos haciendo y la parte social: quién necesita estos espacios. Para esto sirve el conocimiento y la cultura”.
El despacho de Manuel Herrera Gil apuesta por estar fuera de la Ciudad de México. Fuera de ciertos límites, y desde ahí hacer arquitectura social y de servicio a través de su parte poética y espacial.
Texto y entrevista: Yara Patiño Estévez
Fotografías: Luis Gordoa