El Museo Metropolitano de Arte de New York abrió sus puertas por primera vez el 20 de febrero de 1872, tras la culminación de la Guerra Civil Americana en el año de 1865, puesto que New York quería colocarse como capital financiera de Estados Unidos que se encontraba en un momento cúspide de su historia por el auge capital que simultáneamente estaba por concebir una gran industria.
Lo que poco se menciona de la historia de este célebre recinto es precisamente, el reto que representó consolidarlo como uno de los albergues de arte más importantes como lo que conocemos en la actualidad, debido a que para esos años Estados Unidos ya contaba con distintos museos de prestigio y renombre; no obstante, esto no fue obstáculo para que el museo del MET, logrará posicionarse porque desde su fundación se tenía claro lo que se requería para que el proyecto fuera exitoso.
El proceso para que el mueseo del MET, se ganará ese lugar que estaba buscando, correría a cargo de diferentes personas para asegurar cuestiones de logística porque se necesitaba principalmente de una sede, un curador, pero sobre todo obras y piezas para exhibirlas, así como también capital para poder solventar esos gastos. Lo único con lo que contaba Nueva York se consideró que era un público sofisticado, mismo que aún lo caracteriza.
La parte más complicada de materializar el proyecto fue entrar a un mercado donde ingleses y franceses tenían bastante experiencia, ya que conseguir los objetos y obras de diferentes partes del mundo no era una labor sencilla, es ahí donde inicia una competencia para saber quien es capaz de conseguir los objetos para los museos.
Parte de la colección de la antigüedad clásica donde se encuentra el Sarcófago Romano que fue la primera pieza del museo del MET.
El primer objeto del museo fue un “Sarcófago Romano”, el cual fue una donación de un diplomático americano, más tarde también se darían las condiciones para que William Blodgett uno de los fundadores del museo viajará a Brúcelas donde se haría la primera compra donde adquirieron 160 cuadros, entre los que podemos rescatar “El sacrificio de Isaac” de Giovanni Dominico Tiepolo y “Rosalía intercediendo por la plaga” de Van Dyck, estos formaron parte de la primera parte de la colección, justo al emblemático “Busto de Benjamín Franklin” elaborado por Jean-Antoine Houdon.
Esas piezas formaron parte de la primera muestra de arte del Museo Metropolitano de Arte de New York, exhibición expuesta en febrero de 1872, el día de su inauguración, fue entonces ese el principio de uno de los acervos más cruciales en el mundo del arte, donde se instalaría la primera colección de colecciones.