Ai Weiwei

Quedan pocos días para ver a Ai Weiwei en el MUAC

 

 

Ai Weiwei llegó al MUAC en Ciudad de México con una exposición que reta los límites de la memoria social, la tolerancia y la violencia. Hasta el 16 de octubre de este 2019 podrás visitar esta muestra que invita a la reflexión de nuestras pérdidas culturales en México y China.

 

Ai Weiwei

 

El arte contemporáneo no solo ha perdido la necesidad de ser gustado, tampoco responde a criterios propiamente estéticos. La perspectiva del arte en el siglo XXI sitúa al espectador ante la interrogativa o la reflexión de lo que somos, y uno de esos caminos es visibilizar y sensibilizar los problemas de nuestro tiempo. Allí se encuentra Ai Weiwei.

 

Ai Weiwei, un vínculo con oriente

Para su exposición en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), Ai Wei Wei establece un vínculo que une el pasado con el futuro entre México y China. Por un lado, el monumental salón ancestral de la familia Wang. Una colosal estructura de madera que había perdido su valor histórico para convertirse en un bien de lujo, al igual que la cerámica o el jade, expuestos ahora como ready mades. A  través de pintura se deja constancia sutil del paso del tiempo a través de una construcción que ha resistido 400 años de cambio.

 

Ai Weiwei

 

Retrata la necesidad de crear una nueva narrativa para un país que soportó la pérdida de la memoria, el patrimonio, la historia y la cultura. “Y si el pasado se extravía con la memoria, ¿qué significa no tener futuro?” fue una de las preguntas de Ai en el museo.

 

Un artista comprometido con el activismo

En agosto de 2016 Ai Weiwei tuvo su primer encuentro con el MUAC. Le impresionaron los niveles de inseguridad y la crisis de derechos humanos que vive México. Los miles de desaparecidos de nuestra historia reciente se resumieron en los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

 

Ai Weiwei

 

En 2018 el artista se encontró, en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, con padres de los estudiantes secuestrados y desaparecidos en Iguala, 2014. El artista, hijo de un poeta exiliado por 20 años, no fue ajeno a su dolor. Había experimentado una situación similar en 2011: el gobierno chino lo mantuvo en cautiverio donde, dijo, lo había sostenido el pensamiento de quienes luchaban por liberarlo.

 

 

“Uno está hecho de carne y se cansa, sin embargo el Estado es una máquina que nunca se cansa”, fue el argumento que presentó el artista al retratar a los 43 con un millón de piezas Lego. Y aunque el material tiene un carácter lúdico, las imágenes dan a los rostros una mejor calidad que sus originales. Son retratos acompañados con los avances de un documental que se prepara sobre su búsqueda.

México y China, además de mantener una urgente necesidad para restablecer memoria en materia de libertad, justicia y derechos humanos, son dos países que gozan de un gran patrimonio cultural y arquitectónico. Mismo que muchas veces saqueado y despojado. El arte político de Ai Weiwei pone de frente la realidad de dos naciones separadas por el océano Pacífico pero unidas en su discontinuidad histórica.

 

Texto: Alcides Mayo

Imágenes: cortesía del MUAC

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
  • Your cart is empty.