El Taj Mahal es uno de los referentes arquitectónicos más presentes del continente asiático en el mundo. A pesar de que actualmente conforma uno de los puntos de visita obligados para los viajeros en India, no será sorpresa saber que originalmente no fue concebido como tal, sino como un monumento funerario. Sin embargo, ¿cuál es la historia que se esconde detrás del imponente edificio?
Si bien no se conocen los nombres de todos los arquitectos y maestros de obra involucrados en el levantamiento del Taj Mahal, sí se conoce el motivo detrás de su construcción. Tras la muerte de su tercera esposa mientras daba a luz a su decimocuarto hijo, el rey Shah Jahan decidió honrarla con este hermoso mausoleo. El mismo nombre “Taj Mahal” viene de la combinación del persa “taj”, que significa corona, con parte del nombre de la amada esposa “Mahal”, cuya versión completa sería Mumtaz Mahal. “Taj Mahal”, entonces, puede entenderse como “la corona de Mahal”.
Según la leyenda, Mumtaz Mahal fue la favorita del rey hasta el día de su muerte. Hay quien dice que Jahan mandó matar a la esposa de uno de los arquitectos para que éste proyectara el dolor sobre su obra de mejor manera. De igual forma, se dice que fue Mahal quien le pidió −en su lecho de muerte− una tumba a su esposo para que la fuera a visitar en cada aniversario. El proyecto del rey, no obstante, pretendió más que una tumba, dando como resultado una de las hoy consideradas 7 Maravillas del Mundo.
El monumento forma parte de un conjunto en un terreno de 17 hectáreas, que incluye una mezquita y una casa de invitados, además de preciosos jardines. A pesar de esto, la visión original de Jahan quedó incompleta, puesto que su intención era construir un edificio gemelo (pero en color negro) del otro lado del río y, así, incluso después de la muerte, permanecer junto a su esposa.
Desafortunadamente, uno de los hijos del rey estuvo en desacuerdo debido a la gran inversión que conllevaría la obra, por lo que terminó encerrando a su padre, evitando que continuara con su plan. De cualquier manera, al morir el rey fue enterrado junto a su esposa, por lo que consiguió descansar a su lado casi como lo hubiera deseado.