BELÉM LIMA ARQUITECTOS
La bodega de vinos en Quinta da Gaivosa no se vislumbra a primera vista, ya que es un elemento oculto que, similar en forma a un frasco negro y al ser el área más importante del proyecto arquitectónico en conjunto, se ha convertido en el tesoro de la marca de vinos Alves de Sousa.
La recepción, con vista al paisaje y los viñedos, conecta y se mimetiza intencionalmente entre la región del Douro y la gran cava.
El laboratorio de producción y el de embotellado se funden en una transparencia mutua que evidencia el resto de los precisos complementos de ese espacio.
Los pisos del lugar contrastan con la sobriedad de la estructura y aportan elegancia a los interiores.
El lugar cuenta también con una tienda y una sala de degustación, así como una terraza panorámica que incita a quedarnos ahí, entre el espacio, los viñedos y el cielo, admirando el entorno contrastante entre sí.
El proyecto arquitectónico y el interiorismo corrió a cargo de Belém Lima Arquitectos y la obra fue propuesta para el premio Mies van der Rohe, reconocimiento que otorga la Unión Europea a la arquitectura contemporánea.
Texto: México DESIGN
Imágenes: Belén Lima Arquitectos