Cincuenta y cinco metros cuadrados de encanto, un proyecto de Regina Rocha

Cerca de la glorieta de Quevedo, en el castizo barrio de Chamberí, se encuentra un edificio representativo de la arquitectura Art Decó, en donde el reto fue convertir un piso de 55 m2, en un espacio totalmente funcional y que a la vez fuera un espacio mágico para los nuevos residentes. Un lugar en donde en que se pueden apreciar las hermosas vistas que nos regala este barrio tan significativo de Madrid.

El espacio ahora cuenta con mucha iluminación natural, la cual antes de la renovación no se tenía.

Lo mejor de este espacio es la distribución, empezamos con un largo recibidor, antes utilizado como bodega, que ahora cuenta con un hermoso espacio de lectura y un práctico armario para blancos.

El área social es perfecta para pasar momentos de convivencia, no solo porque de manera abierta encontramos el área de la TV, sala, comedor y cocina, sino porque las texturas y colores utilizados invitan a relacionarse relajadamente.

Está tan bien aprovechado el espacio que se logró conseguir dos habitaciones, cada una con espacio para una cama matrimonial o dos individuales, un escritorio tan necesario ahora en estos tiempos de trabajo en casa, y un armario perfectamente diseñado para que quepa todo un camerino completo.

Cada elemento y detalle favorece el disfrute de la casa sin pretensiones. La decoración seleccionada en negro, haciendo un giño al toque distintivo del estudio Regina Rocha Diseño, genera una atmósfera refinada y acogedora a la vez, en la que la cotidianidad se vuelve remarcable.