Biofilia en la arquitectura y el diseño

 

Por Paloma Sáenz

 

Los arquitectos y diseñadores cada vez están siguiendo más la tendencia de la biofilia. En los últimos meses, se ha buscado incorporar más elementos naturales en nuestros espacios cerrados, sobre todo en las oficinas. Pero, ¿qué es la biofilia? Y, ¿cómo se usa en el diseño y arquitectura? ¡Aquí te compartimos lo que debes saber!

 

Jardines de la Bahía en Singapur, diseñados por Grant Associates y Gustafson Porter

 

¿Qué es la biofilia?

 

La definición más básica de biofilia es el amor o afición por el medio ambiente. Es la unión del ser humano con la naturaleza y con otras formas de vida. Esto incluye la apreciación de las plantas y los animales.

 

Biofilia en el diseño y arquitectura

 

La manera principal de incorporar la naturaleza en el diseño y la arquitectura es usando ciertos elementos como agua, plantas, y luz natural. La construcción incorpora la biofilia con materiales como la madera y la piedra.

Una de las formas más populares de integrar la biofilia al diseño es usar madera. Al ser un material natural y tan versátil, se puede usar tanto en la estructura, de manera expuesta, o incorporarla usando muebles o decoraciones. Otra forma popular, es tener plantas en el espacio y ventanas o tragaluces que permitan la entrada de luz natural.

 

Panyaden International School en Tailandia, diseñada por 24H-architecture

 

Además, hay ciertas pautas que se pueden seguir para lograr un diseño biofílico:

  • Conexión visual: tener los elementos de la naturaleza a la vista. Por ejemplo, ventanales desde donde se puede observar el paisaje o jardines.
  • Conexión no visual y estímulos sensoriales: estimular los sentidos del oído, tacto, olfato y gusto para generar una sensación positiva en referencia a la naturaleza. Por ejemplo, incorporación de plantas aromáticas.
  • Temperatura y flujo de aire: que haya cambios sutiles en la temperatura del aire y el flujo de aire a lo largo del día.
  • Agua: incluir agua ayuda a la relajación. Se puede hacer teniendo un cuerpo de agua, como una fuente, o a través del sonido.
  • Luz: crear espacios para que haya luz natural. Si no es posible tener muchos ventanales o aperturas, se pueden incorporar diferentes intensidades de luz y la sombras de la misma creando condiciones que favorecen al empleado.
  • Apertura: tener o dar la sensación de espacios abiertos. Además, tener un lugar de descanso, como un jardín o pequeño parque puede ser de gran ayuda.
  • Formas y siluetas: evitar las líneas rectas y formas como cuadrados y rectángulos lo más posible. Incorporar texturas y patrones menos

En los últimos años, se han integrado elementos de la biofilia en las oficinas más modernas. Consecuentemente, ha habido un aumento en la productividad y la creatividad, además de disminuir ausencias de los oficinistas. Al parecer, mientras menos convencional sea el aspecto de las oficinas, los empleados dan mejores resultados.

 

Green Wall en residencia en Hong Kong, diseñado por Ronald Lu & Partners

 

No se ha llegado a esta conclusión de la noche a la mañana. Se han realizado muchos estudios sobre los beneficios de integrar la naturaleza en el diseño de oficinas. Pasar de 8 a 9 horas en una oficina, tiene impactos negativos en la salud. Estos pueden incluir: mayor riesgo de diabetes y enfermedades del corazón, mayor riesgo de depresión, dolor de espalda y cuello.

En el estudio de Human Spaces sobre el Impacto Mundial del Diseño Biofílico en el Lugar de Trabajo se encontró que el contacto con la naturaleza ayuda a la relajación, disminuye la ansiedad y ayuda a las personas a sentir una sensación de más libertad y tranquilidad. La naturaleza, literalmente, reduce los riesgos en nuestra salud al trabajar, tanto físicos como mentales.

 

Ohalo College en Israel

 

Las empresas líderes en el mercado actual están cambiando sus oficinas. Las han remodelado y llenado de espacios abiertos y plantas. Algunas de ellas, hasta han permitido que sus empleados lleven a sus mascotas a la oficina si así lo desean.

 

Imagen de cabecera: Casa Fallingwater, diseñada por Frank Lloyd Wright

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