Filux Lab, un espacio para la comunidad artística por Workshop Diseño y Construcción

 

 

Filux Lab es un proyecto de restauración de la firma Workshop Diseño y Construcción. Se trata del nuevo laboratorio de arte del “Festival Internacional de las Luces México – FILUX”. ¿Su propósito?, funcionar como un espacio independiente destinado a consolidar el “sentido de comunidad artística”, como un punto de encuentro entre artistas, expertos y el público.

 

 

Memoria descriptiva del proyecto

 

El programa internacional de Filux Lab está basado en la experimentación, producción, promoción y exhibición de proyectos culturales que toman como punto de partida la luz y el cine. De esta manera se consolida como un referente a nivel global de México para el mundo.

Ubicada en la ciudad de Mérida, Yucatán la casona colonial que alberga Filux Lab representa un espacio versátil. Funciona como galería, taller y como punto de convivencia e investigación con fines artísticos.

La planta baja cuenta con cinco salones, mismos que formaban parte de la estructura original de la casa antes de la intervención. Los tapetes de pisos de pasta de la primera crujía son los originales. Se unen a los nuevos mediante un borde de mosaicos en color blanco antiguo, esto para unificar e integrar los pisos en todos los espacios.

 

 

El laboratorio está diseñado de tal manera que pueda cambiar y adaptarse sencillamente. Además, todos los elementos que conforman su arquitectura incluso pisos, plafones, y puertas pueden utilizarse para intervención de los artistas. Los colores blancos y neutros vienen de esta misma necesidad.

Ningún espacio dentro del laboratorio cuenta con iluminación fija. Todas las lámparas se pueden enchufar mediante extensiones a diferentes puntos para que el espacio pueda evolucionar rápidamente.

 

 

Filux Lab, un lienzo en blanco para la experimentación

 

La explanada trasera con un diseño más moderno y atrevido rompe con la lectura tradicional de la arquitectura colonial yucateca de la fachada principal y de los salones. Invita, así, a los usuarios a experimentar con los muros altos, ideales para proyecciones y que gracias a las diferentes molduras que se encuentras alrededor de los vanos y al uso de celosías en los macizos, ofrecen un sinfín de opciones para jugar con la iluminación.

 

 

Durante el día, la luz del sol ofrece un espectacular juego geométrico entre luces y sombras que se proyectan en diferentes puntos del edificio. Durante la noche, cuenta con la versatilidad de las luces artificiales se pueden crear diferentes atmósferas luminosas.

El edificio tiene la dualidad de fungir como un lienzo en blanco y pasar desapercibido para resaltar las piezas y obras de arte en presentaciones y montajes. Por otro lado, destacar y distinguirse cuando no haya piezas exhibidas, convirtiéndose a sí mismo en una nueva obra de arte cada vez que se acomoden o utilicen diferentes formas de iluminación.

 

 

La segunda planta cuenta con el área administrativa que incluye oficinas, una biblioteca con un acervo enfocado a la luz y dos terrazas de esparcimiento. Se accede mediante una escalera en espiral que remata la fachada trasera del edificio y se desarrolla elegantemente como una misma escultura.

Al atravesar las puertas blancas de la fachada, se deja atrás lo conocido para descubrir y crear nuevas experiencias sensoriales adentrándose al universo de la luz, al universo Filux.

 

 

Fotografías: Tamara Uribe 

Instalaciones de arte: Orfeo Quagliata, Toto Martínez / Benjamín García, Miguel Bolivar, Luis Ramírez, Diego Cano y Marcelo Schuster.

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