Fetească Neagră y Rară Neagră son algunas de las variedades de uva que producen vinos capaces de conquistar a los paladares más exigentes y sofisticados.
Para viajar, un sorbo de vino es suficiente. Las notas terrosas, especiadas, toques de chocolate y sabores tanto de frutas rojas, como frutos negros o cítricos, transportan a bodegas de siglos de tradición y a paisajes vitivinícolas que serían el paraíso de Dionisio escondido en Europa.
Con variedades únicas de uva, como la Fetească Neagră y la Rară Neagră, y galerías subterráneas de vino tan extensas que superan los 200 km de túneles, como Milestii Mici, Moldavia se convierte en una joya enológica capaz de brindar momentos fascinantes a quienes disfrutan de la buena vida y de las etiquetas más sofisticadas.
Tradición, historia, arte pueden catarse en sorbos de inolvidables tintos, exquisitos blancos, y refinados espumosos que nacen de una de las regiones con mayor antigüedad en la producción de vino en el mundo.
Moldavia, localizado en el corazón de Europa del Este, es una nación orgullosamente vitivinícola desde milenios atrás. Su vino, más que un producto, es cultura, identidad y herencia líquida que, a pesar de haber permanecido en el anonimato, ahora cruza fronteras para deleitar nuevos paladares.
En el mercado nacional, encontrar estos alucinantes sabores de los vinos moldavos no es sencillo, sin embargo, para quienes están en la búsqueda de experiencias enológicas seductoras y genuinas, La Moldava trae a México sus tintos, blancos y espumosos de la más alta clase.
Fundada por amantes del buen vino, La Moldava es una marca que tiene por objetivo acercar la cultura vinícola de Moldavia al mercado mexicano a través de productos de incuestionable calidad que antes eran de difícil acceso en esta región.
Por otro lado, además de la distribución de etiquetas cuidadosamente seleccionadas, La Moldava redefine la experiencia enológica por medio de eventos exclusivos, como catas especiales o colaboraciones con distinguidos restaurantes para, más allá de ofrecer productos y artículos únicos, ser un punto de partida a la apreciación de lo extraordinario que esconden los viñedos de Europa del Este.
Un buen vino es aquel que permanece en nuestra memoria sensorial incluso después de terminarlo; y los vinos de Moldavia prometen establecerse en la gastronomía mexicana para enriquecerla con sus sabores únicos cargados de tradición y calidad de la mano de La Moldava.
Es momento de emprender nuevos recorridos sensoriales con cada copa, adentrarse a las raíces de la enología exclusiva.
¡Adéntrate en el alma del vino moldavo!
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